El nuevo sabor de Nestlé
La presión crece en la mayor empresa de alimentos del mundo. Nestlé está bien gestionado y es financieramente fuerte. Pero los resultados anuales muestran que sostener el crecimiento es difícil, especialmente en los mercados desarrollados.
La empresa suiza tiene un largo historial de crecimiento de ingresos de entre el 5 y el 6% anual. La tambaleante economía mundial provocó que la compañía no alcanzara ese objetivo el año pasado. Además, ha anunciado que sus ventas en 2014 aumentarían solo alrededor de un 5%. La mayor parte del crecimiento provendrá de los mercados emergentes, que ya representan el 44% de sus ingresos totales. Si Europa continúa siendo un lastre, será difícil para Nestlé satisfacer sus ambiciones. Además, los confiteros deben preocuparse de cómo el mundo afronta, por ejemplo, la obesidad.
Sin embargo, Nestlé se está adaptando. Dadas las dificultades en los mercados, hizo bien en evitar una reducción en Europa el año pasado. Ha fabricado etiquetas más claras para detener las preocupaciones sobre el azúcar. Y lo que es más importante, está explorando nuevas ideas. Después de haber cambiado el énfasis de la confitería a la nutrición, ahora está dando un gran paso en cuidado de la piel. Su acuerdo con L’Oreal de la semana pasada le permitirá hacerse con el control total de Galderma.
El cuidado de la piel encaja bien con el enfoque actual de Nestlé de bienestar. Puede haber cruces en el desarrollo de alimentos nutritivos y cremas para el acné y superposiciones útiles en el marketing y la distribución. Pero la expansión trae riesgos. Nestlé podría equivocarse en sus adquisiciones, calcular mal el potencial de nuevos mercados, o tropezar con reguladores más estrictos de lo habitual en el chocolate y el café.
Sus acciones cotizan en 19 veces sus ganancias a futuro, con lo que supera a la media del sector, de 17 veces. La empresa solo podrá sostener su calificación si va al ataque.