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El Banco de España incrementa el personal de inspección un 16% en dos años

Linde fichará a 25 inspectores más para reforzar su plan de supervisión

Algunos harán el trabajo de campo interno en cada entidad y otros acabarán en Fráncfort

Fachada del Banco de España. EFE/Archivo
Fachada del Banco de España. EFE/ArchivoEFE
Juande Portillo

El pasado 1 de enero entró en vigor el nuevo plan de supervisión financiera que el Banco de España diseñó para dar respuesta a la hoja de ruta marcada por la troika tras el rescate a la banca española. Junto a la reestructuración del sector, Bruselas reclamó una revisión de los mecanismos de control del supervisor que anticipen y prevengan nuevas crisis.

Bajo la gobernanza de Luis María Linde, la institución perfiló un nuevo modelo que potencia el seguimiento “in situ” que ya se venía practicando en la gran banca mediante agentes empotrados en todas las entidades. Un esquema que, tal y como advirtió la comisión interna del Banco de España, necesita “más recursos” en un momento en que el organismo contaba con el número más bajo de inspectores de los últimos años. Un problema que está a punto de subsanarse.

El Banco de España acaba de iniciar un proceso de selección para contratar a 25 nuevos inspectores de entidades de crédito, una cifra inusual para la institución, que no suele sacar más de 10 o 12 plazas cuando amplia esta división. Unidos a los 11 más que, según ha sabido este diario, fichó durante el pasado ejercicio, la Dirección General de Supervisión pasará a contar con un total de 263 inspectores este año.

"Discuta que las ayudas públicas afectan al crédito"

Los aspirantes a convertirse en inspectores del Banco de España, que podrán postularse hasta el 3 de marzo, afrontan un duro proceso de selección. Arranca con una prueba general de contabilidad, derecho mercantil, matemáticas, estadística, cálculo financiero y conocimientos del sistema financiero. Sobre este último campo, el examen de 2013 incluía cuestiones como “discuta la afirmación: los procesos de reestructuración puestos en marcha en las entidades que han recibido ayuda pública perjudicarán la circulación del crédito en España”; los argumentos que puede dar un banquero para devolver o no las inyecciones de liquidez del BCE, o enumerar y explicar los nuevos colchones de capital de Basilea III. Después tiene lugar un examen de inglés, un ejercicio práctico de contabilidad y un ejercicio teórico de temática financiera a defender ante un tribunal. Quienes superen las pruebas serán formados durante 10 meses para elegir de entre ellos a los 25 mejores.

Una apuesta que supone elevar en un 16% el número de inspectores respecto a 2012 cuando, según los datos oficiales de la última Memoria de Supervisión, el organismo contaba con sólo 227 agentes, la cifra más baja desde 2006. Se subsana así la fuga de inspectores que sufrió el Banco de España desde 2010, cuando contaba con 240 agentes que fueron renunciando o fichando por otros organismos como la Autoridad Bancaria Europea, y se refuerza el personal de la división a un nivel histórico, según los registros de la última década.

Un equipo más necesario que nunca. De un lado, el plan del Banco de España implica tener a inspectores supervisando desde dentro el día a día de las 17 mayores entidades españolas. Una práctica que comenzó hace una década en Banco Santander y BBVA. Teniendo en cuenta que estas dos firmas venían acaparando un tercio de todo el personal, con 45 y 35 inspectores empotrados, respectivamente, y que el control “in situ” se extendió hace tres años a CaixaBank, Sabadell y Popular, generalizar el modelo requería personal con urgencia.

En paralelo, las contrataciones tienen mucho que ver con la previsible salida de inspectores hacia Fráncfort con motivo de la creación de la Unión Bancaria y la supervisión única que pondrá en marcha el Banco Central Europeo este año tras realizar los test de estrés a la banca.

De hecho, fuentes cercanas al Banco de España asumen que la contratación de nuevos inspectores seguirá siendo elevada en los próximos ejercicios dado que mientras unos terminarán trabajando a nivel comunitario en el Mecanismo Único de Supervisión, el trabajo de control de cada entidad seguirá haciéndose a nivel nacional.

Sobre esta última labor, además de la valoración “in situ”, el nuevo modelo de supervisión del Banco de España supone una apuesta por la evaluación continua y la agilidad en las respuestas. El plan será revisado anualmente por el Banco de España para replantear los objetivos de cada entidad y el tipo de supervisión que requieren. Como ejemplo, a instancias de Economía los inspectores revisarán este ejercicio las cláusulas suelo del sector.

Recorte del 0,3% sobre los salarios de 2013

El Banco de España alertaba en el Boletín Económico del pasado diciembre sobre la lentitud que está experimentando la firma de acuerdos de negociación colectiva en España, una tendencia que efectivamente se ha disparado desde que el Gobierno eliminara la ultraactividad de los convenios, que eran renovados automáticamente ante la falta de acuerdo entre empresa y trabajadores. Paradójicamente, el convenio del Banco de España para el periodo 2011 a 2014 acaba de ser publicado este mes en el Boletín Oficial del Estado. Entre otros aspectos, una de las principales novedades que incluye el documento es que “se acuerda una reducción del 0,3% de la masa salarial anual global del Banco de España, que se deducirá de las retribuciones de todos los empleados del Banco de España en 2013”. Un recorte que permitirá al supervisor ahorrar unos 630.000 euros euros atendiendo al gasto en personal registrado en 2012, que ascendía a 210 millones de euros, frente a los 230 millones de los que venía en 2011.

El convenio también establece la “promoción vertical”_del 10% del personal cada año, porcentaje que se eleva en un 2,5% adicional en los ejercicios 2013 y 2014. La medida supone aprobar un ascenso para unas 58 personas en el último ejercicio.

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