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Columna
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El dolor de cabeza de Obama

Al ya enfermo sistema sanitario de Obama se le está levantando dolor de cabeza a causa de sus opositores. Hospitales, médicos y tal vez sobre todo los banqueros de inversión calculan que las fusiones aumentarían la eficiencia, una de las prioridades del plan de reforma sanitaria del presidente. Ahora un tribunal estadounidense ha dictaminado que las ofertas pueden dañar la competencia.

La Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible animó a los proveedores de salud a unirse en las llamadas organizaciones de cuidado médico responsable que podrían reducir costes, mejorar la atención y crear poder de negociación frente a las aseguradoras. Se produjo una oleada de fusiones y adquisiciones, la mayoría de las cuales eran demasiado pequeñas para desencadenar una revisión antimonopolio.

La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) se mostró en desacuerdo y denegó el derecho a aprobar todas las organizaciones propuestas. El regulador comenzó a investigar las completadas.

Las autoridades se apuntaron una gran victoria sobre el tema la semana pasada cuando un juez de distrito de Idaho forzó a St. Luke’s Health System a dar marcha atrás en la compra en 2012 del mayor grupo médico independiente del estado. El grupo sostuvo que la toma de control cumplió con los objetivos de la reforma sanitaria. El juez afirmó que los mismos resultados se podrían lograr sin violar las leyes antimonopolio.

Los hospitales creen que quedarán atrapados entre la FTC y el sistema de Obama, y es que el complicado nacimiento de la ley la hizo vulnerable.

La tarea de esclarecer estos asuntos corresponde a la FTC y los tribunales, porque un Congreso muy partidista que ha intentado, sin éxito, derogar la ley docenas de veces no puede ser invocado para arreglarlo. No es lo ideal, pero en última instancia, debe colaborar con la norma. Después de todo, nada podría complacer a los críticos de la reforma más que ver a una política anunciada como un tónico para la competencia de la salud envenenándola en su lugar.

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