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Los médicos no quieren más médicos

Las asociaciones profesionales piden rebajar el númerus clausus y frenar la apertura de nuevas facultades

Alfonso Simón Ruiz

La crisis todo lo cambia. Antes de 2008, algunas asociaciones médicas y consejeros de Sanidad impulsaban el debate sobre la necesidad de acabar con el númerus clausus, o límite de plazas en las facultades de Medicina ante la demanda de médicos. En 2014, con recortes sanitarios en todas las regiones, las oportunidades de trabajar en hospitales y centros de salud públicos se han complicado.

El Foro de la Profesión Médica, que agrupa a las principales asociaciones de facultativos, acaba de presentar un manifiesto en el que reclaman “poner freno a la apertura de nuevas facultades y adecuar el númerus clausus a las necesidades reales de las plazas MIR". El documento está suscrito por la Organización Médica Colegial (que agrupa a los colegios profesionales), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, la Federación de Asociaciones Científico-Médicas de España, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina.

En los últimos ocho años se han abierto 12 facultades de Medicina, pasando de las 28 hasta las 40 actuales. Si en 2005 se matriculaban en esta carrera 4.350 alumnos, en el pasado ejercicio llegaron hasta 7.000. Y según advierten estas asociaciones, hay previsto abrir otras siete facultades: dos privadas en Alicante –Mare Nostrum y Universidad Católica de Alicante–, una concertada en Vic, y otras públicas en Islas Baleares, Jaén, Almería y Huelva.

El problema surge porque actualmente el sistema no puede absorber tal cantidad de graduados. Tras seis años de estudios, los médicos no pueden ejercer en la sanidad pública sin antes realizar su especialización como médico interno residente durante otros cuatro años. El pasado año se convocaron 6.240 plazas para MIR, un número que ha ido decreciendo paulatinamente desde el máximo de 2009, cuando se llegaron casi a las 7.000 ofertas. Además, las asociaciones denuncian constantemente la dificultad de los facultativos para encontrar un trabajo tras el periodo de especialización.

Esto ha provocado que más de 4.200 médicos en España sean demandantes de empleo y se hayan disparado las peticiones de la certificación necesaria para trabajar en el extranjero, ya que, en 2013, casi 3.300 profesionales pidieron esa homologación a la OMC.

El dato

Los datos del Ministerio de Educación indican que en la última década, el número de estudiantes de Medicina ha crecido año a año. En 2005, había alrededor de 28.000 alumnos. Y en 2013 se superaron los 40.000.

“No es congruente que, en estos momento de crisis, se esté derrochando tanto dinero en la formación de los estudiantes que después tienen que irse fuera, haciendo que la inversión que se está realizando en España la estén amortizando otros países", lamenta Enrique Lázaro, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina.

De igual forma piensa Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC: “No se pueden formar médicos para nada porque un profesional que esté sin trabajar más de cinco o seis años pierde su valor y deja de estar en disposición de acceder al mercado laboral. Por ello, solicitamos al Gobierno que coordine estas necesidades y responda a las exigencias sanitarias del país".

Actualmente, la decisión de abrir nuevas facultades depende el Ministerio de Educación y de la Conferencia de Rectores y de una autorización de las comunidades autónomas. Por su parte, fijar el númerus clausus depende también del ministerio y de las consejerías en la Conferencia Nacional de Política Universitaria. De hecho, ya se ha reducido el número de estudiantes que comienzan la carrera en un 1,35% en el pasado curso.

El númerus clausus comenzó a aplicarse en los años ochenta como respuesta a la masificación en las facultades y al paro que padecía la profesión. Según detalla el manifiesto, para fijar su número se tuvo en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de contar con un estudiante por cada 10.000 habitantes. Pero el boom económico y las competencias asumidas por las consejerías de Sanidad hizo aumentar la necesidad de médicos. Era la época en la que se alertaba de la escasez de graduados españoles. De hecho, en 2009, de las 6.948 plazas MIR que se ocuparon, 2.369 procedían de licenciados extracomunitarios.

“No tiene sentido que se quiera imponer un númerus clausus que esté directamente vinculado con las plazas MIR", señalan sin embargo desde la Federación de Sanidad de CC OO, ya que en los 11 o 12 años que termina de formarse un médico, las necesidades pueden haber cambiado. “Debe haber una detección de necesidades de especialistas con un mínimo de futuro, pero se tiene que ir reajustando a la realidad del país que, como hemos visto en estos últimos años, puede ser muy cambiante".

Desde este sindicato, aunque se apoya el límite en las universidades, aseguran que no es el momento de disminuir estudiantes de Medicina, sino de aumentar las plazas MIR, adelantándose a las jubilaciones en el sector (de la generación del baby boom), y a las necesidades asistenciales del envejecimiento de la población.

Sin embargo, el Foro de la Profesión Médica calcula que se debería reducir el número de nuevos alumnos a 5.500 o 6.000, “para equilibrar las plazas de residentes que presumiblemente se convocarán dentro de seis años". Según esta organización, cada año saldrán 1.000 egresados de más respecto a las necesidades en el MIR.

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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