El automóvil en España, más cerca del fin de la crisis
El mercado del automóvil en España está de enhorabuena y, muy probablemente, un poco más cerca del final de la crisis que ha venido atravesando en los últimos años gracias al apoyo que viene recibiendo del Gobierno. En esa línea, el Consejo de Ministros del pasado viernes 10 de enero aprobó la quinta edición de los denominados planes PIVE, ayudas directas a la compra de automóviles por parte de particulares cuando cumplen determinadas condiciones (entregar a cambio un vehículo usado con al menos diez años de antigüedad para su desguace y adquirir un vehículo nuevo con un nivel de emisiones inferior a los 120 g/km de CO2).
Con el fin de tratar de evitar que se agote antes de finalizar el año 2014, esta nueva entrega está dotada con un importe mayor que el de sus hermanas anteriores, de 175 millones de euros. Sin embargo, parece difícil que esta dotación permita la vigencia de esta nueva edición hasta el final del ejercicio si se considera el ritmo que llevan actualmente las ventas de automóviles que se acogen a estas ayudas. En todo caso, esta nueva entrega del plan es una excelente noticia para el sector y va a permitir la venta de 175.000 vehículos nuevos (la patronal ANFAC estima que, de ellos, unos 80.000 pueden considerarse como demanda adicional para el año o adelantada) así como el desguace del mismo número de automóviles con más de diez años de antigüedad. Esto último supone la consiguiente rebaja en los consumos de combustibles y de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Muchas voces son las que se preguntan el porqué de este apoyo de la Administración al sector del automóvil en un contexto continuado de déficit público excesivo en España y, en este caso, las razones son múltiples. Sin pretender ser exhaustivo, sí quisiera resumir algunas de ellas. Por un lado, los planes PIVE no son esfuerzos que recaigan exclusivamente en el sector público ya que tratan de corresponsabilizar al Gobierno central junto a marcas e importadores. Así, por cada 1.000 euros de ayuda que aporta el Gobierno, las marcas de automóviles deben aportar otros 1.000 euros, como mínimo. Este ejercicio de corresponsabilidad pone de manifiesto el compromiso mutuo, público y privado, con el futuro de este sector tan importante para el desarrollo de una industria que es tractora de otros sectores y generadora de empleo cualificado y de calidad.
Por otro lado, los planes PIVE aportan a las arcas del Estado vía impuestos unos ingresos muy superiores a sus dotaciones económicas. Así, el Plan PIVE 5, dotado con 175 millones de euros, representará una recaudación adicional para el Estado vía impuestos de casi 700 millones de euros, principalmente a través del IVA y del Impuesto de Matriculación.
La venta de automóviles en España durante el ejercicio 2013 se situó en el entorno de los 722.000 unidades, lo que significa un incremento del 3,3% respecto al ejercicio anterior pero lejos de los techos alcanzados hace apenas unos años. La estabilización del mercado doméstico de automóviles en niveles de venta más acordes con nuestra riqueza, población y parque automovilístico, que se estima en alrededor de 1,2 millones de vehículos anuales, es un factor clave que esgrimen muchas de las marcas de automóviles con fábricas en España para apostar por nuestro país y asignar nuevos modelos e inversiones millonarias a nuestras plantas.
Por último, la fuerte crisis de matriculaciones de vehículos nuevos que venimos padeciendo en los últimos años ha motivado el cierre de alrededor de 3.000 concesionarios y la pérdida de casi 50.000 empleos en el sector. Sin embargo, el incremento en la venta de automóviles en España en 2013 del 3,3% mencionado, atribuido en buena parte a los planes PIVE que han estado en vigor, tiene una lectura mucho más positiva si separamos el mercado en ventas a particulares y ventas a empresas (flotas, compañías de alquiler de coches, etc.), ya que mientras las ventas corporativas han caído un 15,5% durante en el año 2013, principalmente por la falta de financiación, las ventas a particulares han crecido un 18% en el mismo periodo. Estas últimas son las que más relevancia tienen en términos de mantenimiento del empleo, ya que son las ventas que se realizan directamente a través de los concesionarios.
Francisco Roger es socio responsable del sector automoción de KPMG en España.