Rajoy: "En 2014 habrá más actividad económica y menos personas en paro"
El presidente del Gobierno destaca los efectos positivos que tiene la caída de la prima de riesgo o la estabilidad de precios Sobre Cataluña asegura que no se le puede pedir que haga lo que no se puede hacer
Si 2012 fue el año del ajuste; 2013, ha sido el de las reformas; y 2014, será el año del inicio de la recuperación”, aseguró hoy firmemente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que compareció públicamente tras la reunión del Consejo de Ministros para hacer balance del ejercicio 2013.
Durante su intervención no cesó de referirse a la mejora inminente de la situación económica. “Lo peor ha pasado”; “España ha dejado de ser motivo de preocupación para ser motivo de interés”; “tenemos fundado derecho a la esperanza y sin riesgo a faltar a la verdad, diré que el año que viene será mejor que este”; “en 2014 dejaremos definitivamente atrás miedos e incertidumbres y volveremos a recuperar ese bien tan preciado que es la confianza” y otras afirmaciones en ese sentido.
Todo este optimismo se fundamenta principalmente en una idea: “2014 será un año mucho mejor, con más actividad y con más crecimiento de la economía. El año que viene habrá menos personas en paro y más personas trabajando y cotizando a la Seguridad Social que cuando acabe 2013”.
Mercado laboral
De hecho, Rajoy avanzó que al finalizar el presente ejercicio, “el número de parados registrados será inferior al del año pasado. Algo que no ocurría desde 2006”, dijo. El pasado mes de octubre fue el primero en los cinco años que dura ya la crisis, en el que se registraron menos desempleados que un año antes. Y esto volvió a ocurrir en noviembre.
Asimismo, el líder del Ejecutivo vaticinó que, atendiendo a los datos de afiliación a la Seguridad Social, “que serán buenos”, también “en pocos meses el número de cotizantes comenzará a crecer de forma consistente”. Si bien no quiso precisar, a pesar de que se lo preguntaron varias veces, en qué momento del año 2014 la economía española empezará a crear empleo neto.
Acto seguido añadió que este cambio de tendencia en la economía en general y en el mercado de trabajo en particular “no hubiera sido posible sin el paquete de reformas de este año”. Y, entre las más importantes destacó por este orden: la reforma financiera; la laboral, la educativa, la reforma local, la norma que pondrá a cero el contador de la deuda comercial, la reforma del sistema de pensiones; la del sector eléctrico;la ley de unidad de mercado;la nueva norma de emprendedores; la reforma de las Administraciones Públicas y otras iniciativas para mejorar la transparencia del sector público.
Dicho esto, apuntó algunas de las modificaciones “que vienen”, como la que afectará a la Ley de Enjuiciamento Civil y la renovación del Código Penal, recordó. Como era de esperar, el presidente del Ejecutivo no quiso dejar pasar la oportunidad de recordar que el próximo año será también el momento en el que se apruebe la reforma tributaria, cuyo objetivo fundamental es “aliviar la carga fiscal de las familias y estimular la actividad económica”. Y siguiendo con las reformas, se refirió a las recomendaciones hechas recientemente por la OCDE en las que instó al Gobierno, entre otras cosas, a que abarate más el despido. En ese sentido, Rajoy aseguró estar “muy satisfecho” con el resultado de la reforma laboral, aunque admitió que “alguna cosa se puede reformar, pero no está entre nuestras prioridades”.
El presidente del Gobierno se mostró convencido de que estas mejores perspectivas son fruto de todas las iniciativas puestas en marcha. “2013 terminará con una notable corrección de los desequilibrios y unas bases mucho más sólidas para el crecimiento”, aseguró. Esta corrección ha hecho que mejore también la visión que tienen de España en el extranjero y recordó la revisión de la perspectiva de la deuda –de negativa a estable– hecha por las tres agencias de calificación estadounidenses.
El conflicto de Cataluña
Dicho todo esto, admitió saber “que las cifras de la macroeconomía aún no llegan en su plenitud a la vida diaria de los españoles”. Pero añadió que sí tienen sus consecuencias positivas. “Si la inflación crece solo unas décimas es bueno para todo el mundo, especialmente para los pensionistas, que no han perdido poder adquisitivo este año”, explicó. A esto añadió que el descenso de la prima de riesgo por debajo de los 230 puntos básicos ha liberado recursos “que en lugar de ir a pagar intereses, van a otro sitio”. En concreto, anunció que en 2013 el ahorro en el pago de intereses por la bajada de la prima de riesgo asciende a 8.700 millones de euros.
Sin embargo, Rajoy evitó caer en la euforia y la autocomplacencia al afirmar que pese a todo lo que se ha hecho hasta el momento, “no vamos a desfallecer ahora que empezamos a recoger los frutos de tanto esfuerzo. Al Gobierno no le faltará el ánimo y estoy absolutamente convencido –enfatizó– de que a los españoles tampoco”.
Una de las noticias que dejó la comparecencia del presidente ante los medios de comunicación fue que la luz subirá finalmente en enero un 2,3% tras aprobar el Gobierno un real decreto con un mecanismo transitorio aplicable solo para el primer trimestre de 2013 y que será sustituido después por otro mecanismo definitivo de subastas en el que está trabajando el Ministerio de Industria.
En su balance, Rajoy reconoció que de lo que se siente más satisfecho es del cambio de percepción en la economía española, tanto fuera como dentro del país; mientras que entre las decisiones que menos le han gustado reiteró la subida de impuestos o quitar a los funcionarios la paga extra de Navidad el año pasado.
Y como colofón a su discurso, no eludió abordar el conflicto abierto con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, por su propuesta de plantear una consulta soberanista en esa comunidad. “Esta consulta es contraria a la Constitución. No puede celebrarse. Lo que algunos pretenden, pero no pueden conseguir, dañaría enormemente a toda España, pero especialmente a Cataluña”, dijo Rajoy de entrada, para comprometerse a “trabajar sin descanso” con el fin de defender el actual marco constitucional y para que la sociedad no se vea “perjudicada por una iniciativa que solo va a conseguir generar incertidumbre, inestabilidad y fractura social”.
“No se le puede pedir al presidente del Gobierno que haga lo que no puede hacer, disponer de la soberanía nacional que corresponde a todos los españoles. Estoy donde siempre he estado y diciendo lo que dije en su día: hay cosas que no se me pueden pedir y lo sabe quien decidió abrir un camino conociendo mi respuesta”, concluyó.