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La nota dependerá en gran medida de 220.000 millones en bonos soberanos

La banca teme por la deuda pública en balance de cara al test de estrés

El presidente del BCE, Mario Draghi.
El presidente del BCE, Mario Draghi.Reuters

La banca española teme por los más de 220.000 millones en deuda pública que tiene anotada en los balances. Desde el Banco de España, y también desde el Gobierno, se ha advertido a los directivos del sector sobre el riesgo de que el BCE penalice esa inversión.

La renta fija soberana supone el 7,65% de los activos totales, según los últimos datos del Tesoro y del Banco de España, frente a menos del 4% de los países centroeuropeos y del 2% de Reino Unido, según Barclays. Su valoración será crucial para los test que realizará el supervisor el próximo año y cuyos resultados se conocerán en octubre, explican fuentes financieras.

Un directivo de una entidad española advierte que hay dos cuestiones clave sobre la deuda pública. Primera, si se valorará a precios de mercado, lo más probable a su juicio. Ysegunda, el nivel de estrés al que será sometida.

“Damos por hecho que se valorará según los precios de cotización, tal y como hizo la Autoridad Bancaria Europea (ABE) en 2011”, señalan desde otra entidad. La ABE tomó como precios de referencia para la cartera de trading –no para la que teóricamente mantendrán hasta vencimiento– los de cierre de septiembre de ese año. Fuentes cercanas al Banco de España aseguran, no obstante, que no está decidido que vaya a ser así en esta ocasión. En los exámenes encargados por el Gobierno español a Oliver Wyman y Roland Berger se excluyó la cartera de deuda pública.

Bajar el riesgo y obtener plusvalías

Los balances de la banca española están cargados de deuda pública española. Pero ya hay entidades que han comenzado a mover ficha. Popular, por ejemplo, ha vendido unos 5.000 millones de euros de su cartera de deuda pública en el tercer trimestre del año.

Desde Barclays no esperan una avalancha vendedora por parte de la banca española de su cartera de deuda pero en todo caso sí advierten que no comprarán más. Eso sí, advierten en un informe que “podría haber más tomas de beneficios en la recta final del año de cara al examen a la banca que realizará el BCE”. “En los años pasados, los bancos en España e Italia han sido compradores clave de la deuda pública de sus países [...] pero simplemente con el objetivo de hacer carry, pues las compras se han concentrado en vencimientos de menos de cinco años”, añaden.

La semana pasada en rueda de prensa, el director general de Estabilidad Financiera del BCE, Ignacio Angeloni, explicó que la mayor parte de la deuda pública cotiza, de forma que se analizará de forma diferente a otros activos, como los préstamos. La buena noticia es que la banca atesora plusvalías en su cartera de bonos soberanos, que casi se ha cuadriplicado desde que estallaron los problemas con la deuda soberana de la zona euro en el verano de 2010. Ese año las entidades españolas terminaron con 63.053 millones en bonos registrados, mientras que a cierre del pasado agosto tenían 223.821 millones. Desde el cierre de 2010 hasta ayer, el bono español a 10 años se revaloriza más de un 14%.

También queda por determinar el grado de tensión al que serán sometidos los títulos en función de qué país sea el emisor. Los modelos exactos para el chequeo de la calidad de los activos y de los test de estrés están sin definir pero no habrá tabla rasa con los distintos tipos de deuda, reconoce el BCE. Es decir, no se descontará el mismo porcentaje a la deuda alemana que a la española o a la italiana.

Desde los bancos consultados consideran lógica una penalización adicional a la deuda más volátil pero temen que se cargue demasiado contra la española. Fuentes financieras advierten que el BCE castigará el exceso de deuda soberana pues quiere que los resultados se normalicen. El objetivo es que se reduzca la apelación a la liquidez del Banco Central y también el carry trade (comprar bonos con dinero prestado por el BCE).

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