YPF acusa a Repsol de deslealtad por la denuncia contra Chevron
El presidente y consejero delegado de YPF, Miguel Galuccio, acusó ayer a Repsol de “falta de lealtad” por la denuncia que mantiene en un tribunal de EE UU contra Chevron y todas aquellas compañías que lleguen a acuerdos con la petrolera argentina para explotar y aprovecharse de los activos que le fueron expropiados en abril de 2012. Repsol debe ser leal, según Galuccio, porque sigue siendo accionista de YPF, con un 12% y tiene dos consejeros. “Es una cuestión de legalidad”, subrayó el máximo ejecutivo argentino en un encuentro con medios españoles, en el que insistió en que la expropiación fue una decisión del Gobierno argentino y que su misión es gestionar la compañía y propiciar acercamientos para lograr una solución negociada.
En este sentido, reconoce que en estos momentos no hay negociaciones, pese a que el consejo de Repsol de julio dio el mandato a su presidente, Antonio Brufau, de que negociara un acuerdo. Por el momento, según Galuccio, el Tribunal de Tasación argentino, dependiente del Gobierno, publicará la valoración oficial que debe ratificar un juez del país. Según filtraciones a la prensa gubernamental, la tasación rondaría los 1.500 millones de dólares.
Para Daniel González, director financiero de YPF, desde el “inicio de la nueva gestión”, como se define la expropiación, el nuevo equipo directivo ha conseguido frenar el declino de los campos, del -2,3% en 2012 a -2% hasta julio de 2013 solo en gas; en cuanto al refino, el procesado de crudo aumentó un 1,6% en 2012 y un 2,9% en productos procesados. En cuanto a la venta de las gasolinas, impulsadas por un incremento de la demanda del 7%, han aumentado un 13,6% en el primer semestre y un 3,1% el diésel.
YPF no aportó datos sobre la caída de las reservas de hidrocarburos convencionales, de las que habría tirado para incrementar la producción, alegando que estos datos y la tasa de reposición no estarán disponibles hasta la próxima primavera. A 31 de diciembre de 2012, las reservas probadas de YPF ascendían a 1.000 millones de barriles. En cuanto al déficit de la balanza energética de Argentina, que fue uno de los argumentos para la expropiación debido a la falta de inversiones de la petrolera española en su exfilial, que se cifraba en 10.000 millones de euros, no solo no se ha reducido sino que se ha incrementado. Pese a la contribución de YPF, este desequilibrio no se ha podido corregir debido a que tampoco el resto de la industria ha aumentado su producción.
Más inversiones
Para demostrar la mejora de la gestión desde que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió expropiar YPF, Daniel González aseguró que las inversiones han pasado de los 3.100 millones de dólares a 3.600 millones en 2012 y se prevén otros 5.000 millones este año, de la mano del macroproyecto de Vaca Muerta, para cuya explotación ha llegado a un acuerdo con Chevron.
De este yacimiento, de 30.000 kilómetros cuadrados, a YPF le corresponden 12.000 km2. El acuerdo con YPF se ciñe a 392 km2, de los cuales, se ha iniciado una prueba piloto sobre 20 km2, un centenar de pozos con una inversión de 1.500 millones de dólares. El proyecto, a 35 años, supondría, de prosperar, 15.000 millones de dólares.
Aunque Miguel Galuccio reconoce que la expropiación ha desincentivado a algunos inversores, no ha sido el caso de Chevron, que pese a las denuncias ha seguido adelante. Una vez superada la prueba piloto, en la que YPF no pone dinero, en las siguientes fases, el proyecto se comparte al 50%. Galuccio confía en que la generación de caja del mismo, permita abordar las inversiones futuras.
“No somos una empresa estatal”
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, consideró ayer que la petrolera no es una empresa estatal a la vista de que cotiza en Nueva York. El ejecutivo asegura que, pese a la expropiación y a que el dividendo se ha reducido de forma considerable (se repartirá entre el 5% y el 10% del beneficio), hay accionistas con un gran interés en la compañía. Uno de los nombres de relumbrón en el capital es el de Carlos Slim.
En cuanto a la remuneración al accionista, una de las críticas del Gobierno argentino a Repsol fue el reparto del 100% del dividendo.
Con todo, tras reconocer su estrecha relación con el Ejecutivo de Kirchner, que fue el que le llevó a la presidencia, Galuccio confía en que, de producirse un cambio, YPF sea siempre gestionada “de manera profesional”. Kirchner logró el domingo mantener el poder en las dos cámaras, pero en Buenos Aires, donde se concentra el 40% del electorado argentino, ganó Sergio Massa, lo cual está indicando un cambio político.
Aunque algunos indicadores tampoco suponen una variación respecto a la gestión de Repsol, como es el de las importaciones de gas, Galuccio justificó que, de no haberse variado la gestión, “la situación del país sería extremadamente crítica y ahora no hay desabastecimiento”.
Respecto a la cotización, aunque ha subido desde la expropiación (en abril de 2012), sigue en valores inferiores a la de finales de 2011, cuando nacen los rumores sobre la expropiación. Con todo, para los nuevos gestores, y pese a la inseguridad derivada del pleito que mantiene Repsol en el Ciadi, YPF “vale ahora más” que en manos de Repsol. Para Galuccio, el problema no estuvo en los rumores de expropiación, “sino en la retirada de las concesiones por parte de varias provincias, que ahora comparten el capital expropiado con el Estado”.