El FMI prevé que España cumpla el objetivo de déficit en 2014
El organismo internacional estima que la deuda pública rebasará el 100% del PIB en 2015 El gasto público seguirá bajando hasta alcanzar en 2018 su nivel más bajo en una década
Las previsiones del FMI sobre la evolución de las cuentas públicas serán celebradas en el Ministerio de Hacienda. El organismo internacional prevé que el déficit público se sitúe este año en el 6,7% del PIB, solo dos décimas por encima del objetivo marcado por Moncloa. El informe publicado hoy refleja que, en 2014, el desfase de España bajará hasta el 5,8%, el nivel exigido por Bruselas.
Respecto al informe de abril, las previsiones del organismo dirigido por Christine Lagarde muestran una clara mejoría. Empeoran las estimaciones de déficit para este año (del 6,6% al 6,7%), pero mejoran para 2014 (del 6,9% al 5,8). Por otro lado, el organismo internacional confía en que el saldo negativo del sector público bajará al 3% en 2017, un año después de lo exigido por Bruselas. Ello sugiere, como ya indicó el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, que el Ejecutivo deberá aprobar ajustes adicionales para cumplir la senda de consolidación fiscal trazada por la Comisión Europea.
En cualquier caso, hasta ahora, el organismo internacional no contemplaba en sus previsiones – que abarcan hasta el año 2018– que el déficit español se situara en el umbral del 3% que marca el Pacto de Estabilidad.
El Ejecutivo confía en que la recuperación económica ayude a sanear las cuentas públicas en la medida en que si crece la actividad aumentarán los ingresos y se reducirán partidas de gasto como las de desempleo. Las previsiones de crecimiento del Gobierno contemplan que el PIBavance un 0,7% en 2014 tras registrar un retroceso del 1,3% este año. El FMIes más prudente y solo prevé un avance del 0,2% el próximo año.
Más allá de las divergencias, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se muestra convencido de que este año y el próximo, la Administración cumplirá con el objetivo de déficit y repite que España es el país que ha realizado un mayor esfuerzo estructural para reducir sus números rojos.
Otro de los datos que gustará en el Ministerio de Hacienda es la previsión de que España registrará superávit primario en 2017 tras diez años acumulando números negativos. El déficit o superávit primario excluye del cómputo el gasto en intereses de la deuda y es un indicador muy utilizado para determinar la viabilidad de las cuentas financieras de un país. Por primera vez, el FMI contempla esta posibilidad en sus informes.
En cualquier caso, el nivel de deuda pública seguirá aumentando y rebasará el nivel del 100% del PIB en 2015, un ejercicio antes de lo que prevén las estimaciones oficiales del Ejecutivo. El nivel de pasivo, según el FMI, alcanzará el 105,4% en 2017 y en 2018 caerá ligeramente. El organismo internacional alerta sobre la elevada deuda pública en economías avanzadas.
La mejora de las previsiones del FMI para España no es suficiente para que sus cuentas se mantengan en peor situación que la media de la zona euro. En 2013, el déficit español del 6,7% superará en tres puntos el promedio del resto de países de la zona euro. En el caso de la deuda pública, los datos anuales muestran que el nivel de pasivo español superará también la media europea. Por otra parte, los técnicos de Lagarde creen que los ingresos públicos seguirán aumentando durante los próximos ejercicios a la par que el gasto público se reducirá paulatinamente hasta situarse en 2018 en el 41,1% del PIB, el nivel más bajo desde 2008.
Un país con pocos ingresos
En cualquier caso, la estadística del organismo internacional refleja la baja capacidad recaudatoria del sistema fiscal español. Por ejemplo, en 2014, la Administración ingresará el equivalente al 38,2% del PIB, ocho puntos por debajo de la zona euro. Desde el Ministerio de Hacienda reconocen este problema y recuerdan que, en 2014, el Ejecutivo aprobará una profunda reforma fiscal del sistema tributario español.
La Comisión Europea ya ha recomendado al Gobierno español que reduzca el listado de productos que tributan a los tipos reducidos del IVA del 8% y el 10%, una posibilidad que Hacienda asegura que no está encima de la mesa. Montoro defiende que cualquier incremento de la fiscalidad indirecta supondría un freno a la recuperación. Bruselas también ha criticado la actual reducción en el IRPF que pueden aplicarse los contribuyentes que realizan aportaciones a un plan de pensiones. También en este punto existen divergencias entre la Comisión Europea y Moncloa, que apuesta por incentivar los productos de ahorro privados para la vejez.
