Las seis claves sobre la oferta de Unicaja para los preferentistas de Ceiss
Unicaja puso este sábado las cartas sobre la mesa e indicó cuáles son las condiciones finales que reclama como indispensables para formalizar el dilatado proceso de fusión que mantiene con Banco Ceiss, la entidad financiera con la que operan las antiguas cajas castellanas, que se ha alargado ya tres años.
Básicamente, el consejo de administración de la entidad malagueña colocó la pelota en el tejado de los preferentistas de Ceiss que, atrapados sin liquidez y sufriendo ya una quita por parte del FROB, deberán valorar ahora si les conviene aceptar la propuesta de Unicaja y someterse a una nueva quita o afrontar un incierto futuro en solitario que probablemente pase por la liquidación de su entidad.
Aunque la operación nace bajo el compromiso de que el FROB garantizará una generación de capital de 1.250 millones de euros con la fusión, el hecho relevante remitido el sábado por la entidad a la CNMV establece que “la efectividad de la oferta está condicionada a la consecución de un nivel de aceptación” que permita a Unicaja “alcanzar un mínimo del 75% del capital de Banco Ceiss”. Será necesario, por tanto, que una amplia mayoría de los preferentistas vote a favor del acuerdo.
Estas son algunas de las claves que los preferentistas de las cajas castellanas deberán tener en cuenta a la hora de valorar si deciden aceptar las condiciones impuestas por Unicaja
1. La quita
Los particulares que adquirieron preferentes y deuda subordinada de Banco Ceiss recibieron a cambio bonos convertibles en acciones con una rentabilidad del 1% facilitados por el FROB. En total, los afectados atesoran un valor nominal de 803,46 millones de euros. La propuesta de Unicaja es la de canjear ese capital por dos nuevas emisiones, la mitad en bonos contingentes convertibles en acciones y la otra mitad en bonos perpetuos, en sendas emisiones por 115,75 millones de euros. La ecuación aprobada para ambos canjes es la de una nueva emisión por cada 6,9412 bonos convertibles de Banco Ceiss. Es decir, esos 803,46 millones de euros en bonos convertibles de Ceiss pasarían a convertirse en 231,4 millones de euros en bonos convertibles y perpetuos de Unicaja. La quita resultante es del 71% sobre el nominal, aunque el recorte se reduce si se tienen en cuenta los intereses.
2. Comparación con los inversores institucionales
Los particulares son claramente los mayores afectados por la propuesta de Unicaja que ofrece unas condiciones de canje mucho más ventajosas a los actores institucionales que adquirieron preferentes y deuda subordinada pero que fueron compensados por el FROB con acciones, en lugar de bonos convertibles. Estos títulos suman 88,93 millones de euros que la caja malagueña plantea compensar con la emisión de nuevas acciones por valor de 86,25 millones de euros con un valor nominal de un euro, frente a los 0,25 euros en que se valoran las acciones antiguas. Así, la ecuación de canje es de una acción de Unicaja por cada 4,1241 títulos de Banco Ceiss, con lo que la pérdida es del 3,1%. Desde la entidad alegan, sin embargo, que estos inversores fueron los más afectados por la quita inicial del FROB
3. Sin posibilidad de reclamar
Uno de los factores fundamentales a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión es que la entidad malagueña exige a los afectados por las preferentes de Ceiss que renuncien de forma expresa a reclamaciones judiciales o extrajudiciales para recuperar su inversión. “Los aceptantes del canje deberán renunciar, incondicional e irrevocablemente, en la forma más amplia permitida en Derecho, a cualesquiera reclamaciones o acciones, de cualquier orden o tipo, judiciales o extrajudiciales, presentes o futuras, que pudieran de cualquier modo corresponderles contra CEISS y/o Banco CEISS y/o contra Unicaja y/o Unicaja Banco”, recoge el hecho relevante emitido por Unicaja.
4. Rentabilidad
Los tenedores actuales de bonos de Ceiss que reciban, a partes iguales, bonos convertibles o perpetuos de Unicaja recibirán una remuneración sobre sus nuevos títulos. En concreto, los receptores de bonos contingentes convertibles de Unicaja gozarán de un interés nominal anual del 6%. La parte entregada en forma de bonos perpetuos de Unicaja Banco recibirán una interés fijo del 4% nominal anual. Desde Unicaja señalan que esta rentabilidad permitirá a los afectados reducir el impacto de la quita inicial aunque el documento recoge que “la cancelación discrecional no representa un supuesto de incumplimiento de las obligaciones de pago ni podrá dar lugar a la petición de declaración de insolvencia de la entidad”, enumerando múltiples supuestos por los que podría cancelar el pago del interés, como la prevista salida a Bolsa de la entidad. De momento, no obstante, el salto al parqué parece que se retrasará aún.
5. Liquidez a medio plazo
Un plan, el del salto al parqué por parte de Unicaja, que permitiría finalmente la obtención de liquidez por parte de los preferentistas de Ceiss, atrapados con la conversión de unos papeles a otros, cada vez con menos valor, y sin posibilidad de cobrar ni una parte de su dinero en efectivo. Aunque se prevé una salida a Bolsa a medio plazo, de todas formas, el 50% del papel que recibirían en este canje, el formado por bonos contingentes vencería como tarde el 30 de junio de 2016.
6. Un futuro más seguro
Con todo, la gran baza de Unicaja a la hora de lanzar su aparentemente draconiana propuesta es que Ceiss no tiene futuro en solitario. Desde el FROB ya se ha dejado caer que, en el caso de que la fusión con Unicaja termine naufragando, el destino de las antiguas cajas castellanas será la liquidación de la entidad. Sin descartar la vía de la nacionalización a última hora, sin embargo, los particulares podrían ver convertidos sus bonos en acciones, con otra quita desconocida, y acudir al Fondo de Garantía de Depósitos para reclamar dinero en efectivo y a los tribunales para reivindicar que se les devuelva toda su inversión inicial. Una alternativa larga y de incierto final, en cualquier caso.
Los preferentistas de Ceiss por tanto tendrán que decidir entre aceptar las duras condiciones que impone Unicaja, a sabiendas de la que se les viene encima, o rechazarla y exponerse a un futuro desconocido en el que aunque podrían terminar recuperando su inversión por la vía judicial también se arriesgan a perder más aún. La decisión no es sencilla.