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Ofensiva de Hacienda contra las operaciones "artificiosas" para rebajar la factura tributaria

Las multinacionales intentan deducirse 1.700 millones de forma 'ficticia'

La ley permitía hasta 2012 desgravarse sin límite los gastos financieros en el impuesto de sociedades La Agencia Tributaria regulariza ahora operaciones realizada antes del cambio legislativo

Una de las sedes de la Agencia Tributaria en Madrid.
Una de las sedes de la Agencia Tributaria en Madrid.

La memoria de la Agencia Tributaria de 2012 publicada ayer refleja que Hacienda evitó el año pasado que grandes empresas y multinacionales redujeran su base imponible en el impuesto sobre sociedades en 1.700 millones a través de la utilización “indebida” de la deducción de los gastos financieros. Es la primera vez que la Agencia Tributaria publica esta cifra.

El sistema tributario español se ha caracterizado durante muchos años por incentivar el endeudamiento de empresas al permitir que se dedujeran sin ningún límite en el impuesto sobre sociedades los intereses. Esta situación cambió a partir de marzo de 2012, cuando el actual Gobierno endureció la legislación para evitar los abusos detectados.

En cualquier caso, Hacienda sigue escudriñando este tipo de operaciones fechadas en ejercicios anteriores. La regularización en 2012 de 1.700 millones -cifra que las empresas afectadas debieron reintegrar en su base imponible- avala la opinión de los inspectores fiscales, que denunciaron durante años el régimen de bonificaciones fiscales en el impuesto sobre sociedades.  

El hecho de que hasta 2012 la legislación permitiera deducir sin restricción alguna los gastos en intereses provocó que fueran las filiales españolas las que asumieran la carga financiera de los grupos multinacionales. España se convirtió en un país ideal para la ingeniería tributaria. El incentivo fiscal resultaba tan atractivo que empezaron a proliferar operaciones financieras ideadas con el único objetivo de rebajar la factura tributaria.

En los últimos años –y coincidiendo con la caída de ingresos que provocó la crisis económica– Hacienda reforzó el control sobre las bonificaciones impositivas. A través de la figura del fraude de ley, la Agencia Tributaria empezó a vetar la posibilidad de acogerse a este beneficio fiscal cuando detectaba operaciones financieras “artificiosas". La Audiencia Nacional, en dos sentencias fechadas en marzo, avaló la tesis de la Inspección fiscal y confirmó que constituyen un fraude de ley los préstamos entre empresas de un mismo grupo que “no tienen ningún sentido económico” y que solo persiguen acogerse a una ventaja tributaria.

Además de la ofensiva de Hacienda a través de un mayor control sobre las multinacionales, el agujero que suponía este beneficio tributario se cerró en marzo del año pasado a través de un real decreto en el que se limitó la deducción de los gastos financieros al 30% del beneficio operativo de las empresas. En el caso de operaciones entre filiales de un mismo grupo, la legislación vetó la posibilidad de aplicar la deducción tributaria, salvo que la sociedad justificara la existencia de un “motivo económico válido”. Es decir, la carga de la prueba recae sobre el empresario.

Junto al control de los gastos financieros, Hacienda también ha reforzado la vigilancia sobre las compraventas dentro de un mismo grupo multinacional y que la legislación obliga a que se realicen a precios de mercado. Se trata de evitar que las filiales establezcan relaciones comerciales entre sí e inflen los precios con el único fin de elevar el capítulo de gastos y, por lo tanto, minorar la cuota a pagar en el impuesto sobre sociedades. La Agencia Tributaria detectó en 2012 que multinacionales y grandes empresas habían intentado reducir en su base imponible en 472 millones a través de los precios de transferencia, su base imponible

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