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El FMI publicará hoy un pequeño informe sobre la salud de la banca española

La troika y su preocupación por el abuso del 'carry trade'

La banca ya lo sabe. Guindos anunciará que concede una ‘bula’ fiscal al sector a cambio de que den crédito

Hoy lunes, o a lo largo de esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el resto de la troika, formada además, por el Banco Central Europeo (BCE) y por la Comisión Europea (CE), tienen previsto publicar un informe con algunas de las conclusiones que han alcanzado tras su cuarta visita a España. Será un aperitivo, ya que el análisis completo evaluando los avances de la banca española en particular y de la economía en general se publicará a finales de octubre como muy tarde. O eso han dicho los conocidos como ‘hombres de negro’ (que por cierto, una gran parte son mujeres de origen latino que para nada visten de negro).


Este informe será bastante más positivo que en las anteriores visitas. Y es que parece que la recesión ha finalizado, o por lo menos eso es lo que anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, el viernes tras el Consejo de Ministros (es su obligación).


Los banqueros también corroboran esta opinión. El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, afirmó la semana pasada en unas jornadas organizadas por Deusto Business School, que la economía española ya ha alcanzado su punto de inflexión y “lo peor, en términos de actividad, ha quedado atrás”. Pero, pese a estos mensajes tan esperados y deseados, la banca española aún presenta debilidades, en su mayoría derivadas de la prolongada agonía de la economía. Lo malo es que estos puntos negros aún tardarán bastante tiempo en borrarse, ya que la previsible reactivación de la economía tiene un largo recorrido hasta que se refleja en el bolsillo de los españoles.


Varios expertos aseguran que la actividad financiera no volverá a recuperar su músculo hasta 2016 como mínimo. “El desempleo tardará en dejar de ser un auténtico quebradero de cabeza para el país. Y por extensión la morosidad para la banca”, afirma un experto de una conocida consultora, pero su opinión es compartida por gran parte de los directivos del sector.

“El negocio bancario no es rentable. Los bancos no pueden vender hipotecas al 1% y seguir financiándose al 4%”, explica un banquero, que añade que “2014 seguirá siendo un año malo para el sector, aunque las menores provisiones y el cierre de oficinas de otras entidades nacionalizadas y en reestructuración permitirán mejorar el negocio frente al presente ejercicio”.

La venta de activos también se ha convertido en una destacada fuente de ingresos para la banca española.


Tan solo Bankia ha ingresado 3.250 millones de euros en un año por esta actividad. Y el conjunto de la banca ha vendido la nada despreciable cifra de más de 17.000 millones de euros en 20 meses en créditos morosos. Los ingresos por estas ventas no han sido sustanciosas, pero sí han liberado provisiones en unos casos, y recursos humanos en todos, que pueden destinarse a otras actividades comerciales más lucrativas.

La troika ha insistido en su visita de la semana pasada en una de estas prácticas que se ha convertido ya en habitual en la banca para mejorar sus márgenes, el denominado carry trade. Es decir, pedir prestado ciertos activos de bajo rendimiento para invertir en instrumentos de más alta rentabilidad. Los supervisores europeos consideran que la banca española, o por lo menos varias entidades “abusan” de esta práctica, explican fuentes conocedoras de las reuniones con la troika.

Ante la falta de negocio y sequía del crédito alguna que otra firma española consigue salvar su margen de intereses, y por lo tanto sus resultados, pidiendo liquidez al BCE a tipos del 0,5%, y cuyos fondos en vez de destinarlos al crédito los invierte en bonos españoles, con una rentabilidad superior al 4%. Desde que estalló la crisis y el BCE bajó a mínimos históricos los tipos de interés los bancos españoles (no son los únicos) han salvado parte de sus cuentas con este juego.


El problema es que este es un parche ajeno al negocio bancario y con un periodo muy limitado de vida, y el fin de la liquidez barata puede provocar más de un disgusto a las entidades que abusan de esta práctica. La falta de crédito y las refinanciaciones son otros puntos negros que preocupan a la troika.


Mientras, la banca espera que el Gobierno apruebe en breve que los activos fiscales diferidos se mantengan como capital. Uno de los problemas con los que se encuentra el Gobierno es de la mala acogida que tendrá la futura regulación ante el contribuyente. Las voces de “estas son nuevas ayudas a la banca”, ya han comenzado a oírse. Hacienda redactará una norma general para todo el tejido industrial, aunque en la práctica sólo podrá aplicar la banca. Para su venta ante la opinión pública Guindos anunciará que la medida es imprescindible para que la banca abra el grifo del crédito, y es un acuerdo al que ha llegado con el sector. Guindos ya hizo alusión a la aprobación de esta norma y el crédito en Londres.

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