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Reafirma su rechazo a los eurobonos a un día de las elecciones

Merkel promete solidaridad con la periferia, pero con "condiciones"

La canciller pide el voto para mantener una "Alemania fuerte" Defiende la solidaridad con la periferia, pero con condiciones

Simpatizantes de Angela Merkel en el último mitin pronunciado por la cancilera alemana y candidata a la reelección en Berlín.
Simpatizantes de Angela Merkel en el último mitin pronunciado por la cancilera alemana y candidata a la reelección en Berlín.Getty Images

Las elecciones generales alemanes se celebran hoy y todas las encuestas le dan una clara ventaja a la CDU, pero no ven claro que Merkel pueda continuar su actual coalición con el Partido Liberal.

Unos 61,8 millones de alemanes están llamados a votar en los colegios electorales, que abrieron sus puertas a las 08.00 horas (06.00 GMT) y que cerrarán a las 16.00 GMT, momento en el que se darán a conocer los resultados de los sondeos realizados a pie de urna.

“Ni eurobonos ni emisiones de deuda conjunta”. Ese fue una de las promesas que lanzó ayer la canciller alemana y candidata a la reelección, Angela Merkel, en su último mitin de campaña. Merkel pidió el voto para lograr un “mandato fuerte” que le permita gobernar cuatro años más y mantener “una Alemania fuerte, un país que es respetado en Europa y que defiende sus intereses en el mundo”.

Durante un discurso celebrado en Berlín y con decenas de medios de comunicación llegados de toda Europa, Merkel subrayó los éxitos de su gestión y garantizó su europeísmo, aunque insistió en que la solidaridad será siempre “con condiciones”.

La crisis todavía no está superada, advirtió, y es necesario que los países del euro emprendan las reformas que Alemania ya hizo en su día. Alemania, recordó, fue durante años el “enfermo de Europa”, hizo cambios que no gustaron a muchos, como elevar la edad de jubilación a los 67 años, y mejoró así sus cimientos para lograr el “éxito colectivo” que es hoy.

El objetivo es que Europa siga ese camino para convertirse en un continente fuerte, porque “a Alemania sólo le irá bien si a Europa le va bien”, señaló Merkel, que aparece como favorita en todas las encuestas. 

Frente a los euroescépticos, la candidata dejó claro que Alemania, “un gran país y la mayor economía de Europa, necesita amigos”, y recordó que el 60 por ciento de sus exportaciones se dirigen a los socios de la UE. La estabilización del euro no es sólo “de importancia fundamental para Europa”, sino que es también la garantía de los puestos de trabajo en Alemania, manifestó.

Merkel, que no olvida que vivió su infancia y juventud en la antigua República Democrática Alemana y no quiere que los alemanes, lo olviden, apostó por una Europa de paz y unida a pesar de las discrepancias.

Cuando es abucheada y criticada en países como Grecia o Portugal y le preguntan por cómo se siente, apuntó, sólo puede decir que contenta de poder viajar por un continente que disfruta de libertad de expresión y de manifestación, afirmó entre los aplausos de los asistentes.

Con el objetivo de movilizar a los votantes todavía indecisos y consciente de que no está claro si podrá reeditar su alianza con los liberales, hizo hincapié en la necesidad de conseguir todo el respaldo posible para lograr “un mandato fuerte”. Apenas desgranó su programa electoral, pero sí repaso sus éxitos -el bajo índice de paro, la alta ocupación y la estabilidad presupuestaria- y rebatió las promesas de la oposición socialdemócrata.

“La política no crea puestos de trabajo”, recalcó para señalar que su objetivo es crear el clima óptimo para emprender y para que los empresarios generen empleo. En ese contexto, rechazó la promesa estrella del Partido Socialdemócrata (SPD), la implantación de un salario mínimo interprofesional, defendió la fijación de esos salarios mínimos a través de la negociación colectiva de los agentes sociales y descartó de plano una subida de impuestos.

“Si aumentamos los impuestos y las tasas, no tendremos más ingresos, sino menos; no habrá más puestos de trabajo, sino menos”, aseguró la canciller y candidata a la reelección. Merkel presentó a la CDU como el partido de la libertad, un partido que confía en la responsabilidad de cada ciudadano y “no dice a las familias cómo tienen que vivir o a la gente qué tiene qué comer”, guiño irónico a la propuesta de los Verdes de implantar un “día vegetariano” cada semana en las cantinas del país.

Dispuesta a seguir dirigiendo la Cancillería un tercer mandato, avisó a sus conciudadanos de la necesidad de seguir la senda marcada y destacó entre sus principales objetivos la extensión de la formación profesional a todos los jóvenes que en su día no pudieron acceder a una plaza.

Hay que darles, dijo, “esa segunda oportunidad” para evitar el riesgo de que caigan en el desempleo y se vean obligados a emigrar, como muchos ciudadanos que están llegando ahora Alemania.

El candidato socialdemócrata a la cancillería alemana, Peer Steinbrück, ha reiterado que no está dispuesto a asumir ningún ministerio en una eventual gran coalición con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel. 

“Quiero ser el canciller de una coalición de socialdemócratas y verdes. No estoy a disposición para el equipo de gobierno de una gran coalición”, dijo Steinbrück en declaraciones que publica hoy el dominical Bild am Sonntag.

Rebelión electoral

Bajo el lema de “Rebelión electoral” y aprovechando las redes sociales, ciudadanos alemanes han decidido ponerse en contacto con extranjeros, muchos de ellos del sur de Europa, para “regalarles” su voto y permitirles elegir mañana a un candidato.

 “En nuestro mundo globalizado, la política no se para en las fronteras”, explican en el perfil que han creado en Facebook para difundir esta acción de protesta y facilitar la “cesión” del voto.

En la página se entremezclan las ofertas, como la de Daniel Busch, de 21, que regala su voto para que alguien “pueda influir en las decisiones que toma Alemania y que le afectan”; y las demandas, como la de Marina Cavalcanti, de Barcelona, que destaca los seis millones de parados que viven en España y reclama la solidaridad alemana.

Quienes “ceden” su voto son sobre todo jóvenes que, dicen, quieren “dar voz” a los ciudadanos afectados por las directrices económicas marcadas desde Berlín.

Quienes responden son también la mayoría jóvenes, procedentes de Italia, Grecia y, sobre todo España, que, como apunta Samuel Alés en la página, están “hartos de la política de austeridad” alemana y quieren hacerse oír como ciudadanos europeos.

El sistema de la página es sencillo: un alemán se presenta y explica los motivos por los que quiere “regalar” su voto; un ciudadano extranjero le pide poder hacer uso de ese derecho que él no tiene y, normalmente ya en privado, le explica a quién votaría este domingo y por qué.

Si las reglas se cumplen, mañana el joven alemán debería introducir en su sobre la papeleta elegida por su vecino europeo y permitirle así, de manera simbólica, que sus reivindicaciones sean tenidas en cuenta en la política alemana.

Eva, alemana, cuenta que ya ha enviado por correo los deseos de Pau, de Barcelona (España), ya que en estos momentos reside fuera de su país y el domingo no podrá acercarse al colegio electoral.

Muchos de quienes se asoman a esta página, un clamor contra las políticas de austeridad aplicadas en Europa ante la crisis global, no esperan a los mensajes privados y hacen público sin ningún secretismo a quién elegirían su pudieran participar en los comicios alemanes.

Como es previsible, no hay votos en esta página para la actual canciller y candidata a la reelección, Angela Merkel

 

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