La CE fija en 19 céntimos por minuto el precio máximo de llamada con móvil
La Comisión Europea publicó ayer un proyecto de reglamento que elimina dentro de la UE las tarifas de internacional en telefonía fija. Y en móvil establece una tarifa máxima de 19 céntimos por minuto, con independencia de que la llamada se haga dentro o fuera del país de origen. El reglamento prohíbe, además, los recargos por recibir en el extranjero llamadas en el móvil.
La comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, aseguró ayer que el nuevo reglamento “es una gran noticia para el futuro de la telefonía móvil y de internet en Europa”. Kroes, que logró para su proyecto el apoyo unánime de los otros 27 miembros de la Comisión Europea, considera que el sector europeo de las telecomunicaciones impone precios injustos en ciertos servicios, continúa fragmentado en mercados nacionales y soporta una incoherencia reguladora que daña la inversión y la innovación.
La respuesta de la CE a todos esos problemas y carencias llega en forma de Reglamento, aunque por premura de tiempo (apenas quedan siete meses de legislatura antes de las elecciones al Parlamento Europeo) el texto se limita a introducir cambios relativamente menores y deja para la próxima Comisión (2014-2019) la integración definitiva del sector.
La novedad más tangible para los usuarios será la supresión de las llamadas tarifas internacionales en telefonía fija y de los recargos por recibir llamadas en el móvil cuando se encuentran en otro país de la Unión Europea. Pero el recargo por ese servicio (conocido como roaming internacional de entrada) se encuentra ya limitado a siete céntimos por minuto y a cinco céntimos a partir del año que viene. Y muchas operadoras de telefonía fija ofrecen ya de manera gratuita o con tarifa nacional las llamadas de larga distancia dentro de la UE.
El recargo por efectuar llamadas con el móvil desde otro país no se prohíbe de manera tajante, pero Bruselas espera que las propias compañías renuncien a aplicarlo a partir de 2016. Como incentivo para que den ese paso, el Reglamento fija una tarifa máxima de 19 céntimos por minuto para cualquier llamada, con independencia del lugar desde el que se efectúe.
Esa tarifa coincide con el límite establecido para el roaming por el actual reglamento (24 céntimos este año y 19 céntimos a partir de 2014), por lo que Bruselas confía en que la competencia arrastre hacia abajo el precio de las llamadas realizadas en el extranjero, hasta equipararlas con las nacionales. El reglamento también introduce cambios favorables para las operadoras, en especial las más grandes, como la autorización única para operar en toda la UE (en lugar de un permiso en cada uno de los 28 países), la liberalización de los precios por acceso a las redes de nueva generación y la futura reducción de los mercados regulados.
La CE reconoce que estos cambios solo suponen “un importante paso intermedio para lograr un mercado único. Pero los considera imprescindibles para frenar el deterioro que percibe en el sector. Sus ingresos, según la CE, cayeron en 2011 y 2012 a pesar del crecimiento de la demanda; la cotización bursátil de las telecos europeas se ha desplomado un 22% en dos años; y la inversión neta de los antiguos monopolios es prácticamente cero. “Poner en orden el sector”, aseguró ayer Kroes, “ya no es algo que afecte solo a las telecomunicaciones sino al desarrollo sostenible de toda la economía europea”.