Bankia dice que son las cajas de origen las responsables de las preferentes
Bankia atribuye a las cajas de ahorros de origen cualquier supuesta responsabilidad penal derivada de la emisión y comercialización de las participaciones preferentes, habida cuenta de que estas entidades comercializaron estos productos y que, posteriormente, mediante una segregación de activos, dieron lugar a un nuevo banco, en su día Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia.
El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri, en un escrito remitido a la Audiencia Nacional en el marco de la investigación del denominado 'caso Bankia' y al que ha tenido acceso Europa Press, subraya que dichas cajas de ahorros siguen existiendo y no han desaparecido, aunque ahora se han convertido en fundación especial.
“Ni Bankia ni BFA habían sido constituidas siquiera cuando tuvieron lugar las operaciones de diseño, planificación y emisión de las participaciones preferentes, como tampoco han sustituido en su personalidad jurídica a las entidades financieras que lo hicieron”, señala el escrito.
“Ni BFA ni Bankia son el resultado de modificación estructural alguna de las referidas cajas de ahorro: no proceden de su transformación, fusión, absorción o escisión, sino que se trata de entidades constituidas ex novo”, recuerda la entidad nacionalizada a la Audiencia Nacional.
De hecho, BFA nació el 3 de diciembre de 2010 como resultado de aportaciones dinerarias de las siete cajas de ahorros que dieron origen al banco, a cambio de una participación accionarial. Se trataba de Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja.
Esa operación se completó, primero, con una aportación no dineraria derivada del derecho de mutualización de futuros beneficios, tal y como se recogió en el contrato de integración. Posteriormente, en una operación puramente patrimonial, las cajas segregaron los activos a BFA, pero no todos, en contra de lo que sostiene UPyD, “que hace referencia expresa en su escrito a la existencia de una cesión global de activos y pasivos para justificar la traslación hacia BFA/Bankia de una eventual responsabilidad penal”.
En su escrito, Bankia señala que tras las operaciones realizadas se mantiene “la subsistencia de la entidad originaria (las antiguas cajas de ahorros que es en la que deberían residenciarse, en su caso, las eventuales responsabilidades penales de existir éstas”.
“BFA de ningún modo podría suceder en la eventual responsabilidad penal y las consecuencias derivadas de la misma que, en su caso, le fuera imputable a las cajas y, por el mismo razonamiento, es evidente que BFA tampoco podría transmitir dicha responsabilidad penal a una tercera sociedad a la que hubiera aportado parte de sus activos y pasivos, por lo que la eventual responsabilidad penal de Bankia debe quedar igualmente descartada”, esgrime.
Desde el banco presidido por Goirigolzarri se recuerda además que Bankia es “el antiguo Banco de Córdoba”, entidad que nació el 5 de diciembre de 1963 y que cambió su denominación social a Altae Banco en 1995 y a su actual nombre en 2011. “Así pues, Bankia era un banco preexistente, capitalizado y en funcionamiento desde hace años -desde luego con anterioridad a los hechos objeto de la investigación-, por lo que tampoco cabe afirmar que naciese por la transformación, fusión, absorción o escisión de las cajas”, indica el escrito.
La entidad enfatiza que “ninguna de las cajas (que dieron origen al actual banco) se han extinguido o disuelto -por más que en cumplimiento de la normativa legal aplicable hayan debido transformarse en fundaciones de carácter especial-”.
Bankia recuerda que en la propia denuncia que dio origen al caso presentada por UPyD, esta formación política señaló que “a fin de evitar malentendidos conviene aclarar que el citado sistema de integración mediante un SIP -también conocida de forma coloquial como fusión fría o virtual- no conlleva la desaparición de las cajas de ahorros integradas en el mismo, pues tal proceso se realiza con plena conservación de la personalidad jurídica e identidad territorial de cada una de ellas”.
Así pues, desde la entidad se hace hincapié en que el hecho de que Bankia sea la heredera de la actividad comercial de las cajas y que mantenga empleados y clientes “no permite automáticamente y sin más adjudicarle” la responsabilidad penal por hechos supuestamente cometidos por las cajas con anterioridad. “Éstas siguen existiendo y no se han disuelto a día de hoy. Nótese que se trata de supuestos delitos que Bankia, como tal, no habría cometido”, incide Bankia en el escrito.