Las débiles defensas de las empresas
Las ventas masivas en los mercados asiáticos han suscitado preocupaciones acerca de una catástrofe financiera parecida a la de 1997/98. Aunque las economías de la región se encuentran esta vez en mejor forma, el apalancamiento de las empresas ha aumentado rápidamente, y parece que algunas compañías se han olvidado de la historia.
Aunque las economías de Asia están mucho mejor preparadas para la fuga de capitales de lo que estabas en 1997, las empresas siguen siendo motivo de preocupación. La deuda de las compañías asiáticas en relación a su Ebitda a finales de 2012 fue mayor que en cualquier otra parte del mundo, según los analistas de Morgan Stanley. El aumento de los costes de financiación y el de los préstamos tóxicos está impulsando a los bancos a frenar la concesión de nuevos créditos. El mercado de bonos, que ahora representa alrededor de un tercio del endeudamiento de las empresas, también es vulnerable a la subida de tipos y a los inversores inquietos.
Aunque las economías de Asia están mejor preparadas que en 1997, las compañías siguen preocupando
La necesidad de una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos no tiene por qué desencadenar de inmediato una crisis empresarial. Gran parte del aumento de los préstamos ha sido realizado por las empresas chinas, que en su mayoría dependen de las cerradas instituciones del país y en gran medida de las entidades financieras controladas por el país, pero no de los volubles inversores internacionales. Las empresas que han emitido bonos recientemente no tendrán que devolverlos o refinanciarlos hasta dentro de varios años. Y las que se han endeudado en dólares o en euros pueden haber cubierto su exposición, o haber conseguido ingresos de divisas extranjeras para ayudar a pagar sus deudas.
Sin embargo, lo más preocupante sobre la deuda corporativa de Asia es la velocidad a la que ha crecido. La tendencia de los precios a la baja y la abundante liquidez están retrocediendo. La combinación de unos tipos más altos, un crecimiento ralentizado y una depreciación de las divisas parece destinar algunas compañías a quedar expuestas.
[Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, pidió el 23 de agosto en su discurso en la conferencia anual de política monetaria de Jackson Hole “nuevas líneas de defensa” contra las consecuencias que tendrá en el mercado las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos empiece a reducir sus medidas de estímulo.]