Economía diseña un relevo de índices hipotecarios neutro para banca
El fin de los índices de cajas y bancos y CECA será efectivo el próximo 1 de noviembre La diferencia del euríbor respecto al resto de índices se ha ampliado al máximo
El próximo 1 de noviembre será el momento definitivo en que dejarán de estar vigentes los Índices de Referencia de los Préstamos Hipotecarios (IRPH) de las cajas, los bancos y el tipo activo de referencia de las cajas de ahorros (CECA). La fecha inicial para su desaparición estaba prevista para el pasado 29 de abril de 2012, de acuerdo con la orden del ministerio de Economía de octubre de 2011 con la que se pretendía mejorar la transparencia y protección del cliente de servicios bancarios y con la que, de paso, se adaptaban los índices a la desaparición de las cajas.
El fin de los tres citados índices se ha ido demorando, en una prórroga en la que el Gobierno ha ido ganando tiempo para diseñar una fórmula sustitutiva de esos índices que no fuera gravosa para los clientes afectados pero que tampoco abriera un nuevo frente para el sector financiero. De hecho, la debilidad económica y la ausencia de crédito son ya dos grandes factores que pesan sobre el margen de intereses de la banca, que últimamente se ve amenazado también por las sentencias judiciales que están obligando a numerosas entidades a suprimir las cláusulas suelo de sus hipotecas, incluso con carácter retroactivo.
Un reciente informe de Société Générale cifra en entre 600 y 1.000 millones de euros el impacto global que podría llegar a tener en el sector la sustitución de estos índices, partiendo de cálculos por los que alrededor de un millón de hipotecas, por un importe de entre 60.000 y 70.000 millones de euros, estarían referenciadas a los índices que desaparecen. El euríbor es el índice más utilizado, en el 90% de las hipotecas, y los índices ahora en vías de extinción se aplicarían a alrededor de medio millón de hipotecas, apuntan desde Adicae.
Sin estadísticas concretas sobre un volumen de hipotecas que se comercializó principalmente entre los años 2000 y 2007, fuentes de Economía y del sector reconocen sin embargo que la eliminación de los índices IRPH de bancos, de cajas y el de la CECA no tendrá un efecto significativo en márgenes ni tampoco en los clientes, que no verán sustituidas estas referencias por el euríbor, mucho más barato. Así, con los últimos datos oficiales del mes de julio, el euríbor hipotecario a un año es del 0,525%, mientras que el IRPH de cajas asciende al 3,932%; el de bancos, al 3,221% y el de CECA, al 5,5%. “Se pidió al Banco de España una fórmula idéntica a la que se aplicó con la desaparición del míbor, que fue sustituido de forma automática por el euríbor. Pero Economía ha optado por una fórmula intermedia”, apuntan fuentes financieras.
Así, las hipotecas referenciadas al IRPH de bancos, cajas o CECA se vincularán como primera alternativa al índice sustitutivo que figure en las escrituras. Lo habitual es que el IRPH de cajas quedara sustituido no por el euríbor sino por el índice de CECA, que también desaparece. Y ante la ausencia total de alternativas, Economía introdujo una enmienda en la ley de emprendedores por la que se crea un nuevo índice. Se tomará como referencia el IRPH de entidades, que sí sobrevive, pero al que se aplicará un diferencial que resultará de la media aritmética de la diferencia entre el índice que desaparece y ese IRPH de entidades. En definitiva, una diferencia de apenas “unas décimas”, prevén en el sector, donde no esperan un relevo con impacto significativo en márgenes.
En Adicae denuncian el retraso en el relevo de los índices, en un momento de mercado en que la diferencia entre el euríbor y el resto de referencias se ha ampliado al máximo. Y dudan que el cambio traiga ventajas a los hipotecados.
Euríbor, índice en entredicho
El euríbor a doce meses es el tipo de interés que de forma abrumadora se utiliza en el mercado español como referencia para los créditos hipotecarios. Sin embargo, es un referente en entredicho, después de que la escasa actividad de intermediación entre bancos que impuso el estallido de la crisis en 2007 haya restado validez a este índice como reflejo del precio al que los bancos se prestan dinero entre sí. La evidencia saltó en 2012, cuando en Reino Unido estalló un escándalo por el que los grandes bancos del país habían llegado a manipular la creación del índice líbor –también referencia para las hipotecas británicas– y que llevó a la Comisión Europea a abrir un período de consulta para analizar un posible abuso de mercado entre las entidades que contribuyen con su información a la creación del índice, después de que el escándalo británico también comenzara a salpicar a la zona euro. Las conclusiones preliminares revelan que los volúmenes de las transacciones en el mercado interbancario “son insuficientes para construir un índice robusto para plazos superiores a los tres meses” y apuntaba la conveniencia de elevar el número de bancos participantes en la construcción del índice. Pese a los problemas detectados, en el sector reconocen que no existe hoy por hoy alternativa al euríbor y que Bruselas aún no ha dado una respuesta.