El turismo nacional sigue en caída libre frente al récord de los extranjeros
Baleares, Canarias y Cataluña se libran por su exclusiva dependencia del visitante internacional Madrid ha perdido cerca de 600.000 pernoctaciones en tan solo un año
El mercado turístico funciona a dos velocidades. En la primera están los turistas extranjeros, con un nuevo máximo histórico hasta julio y unas perspectivas que invitan a pensar que por primera vez se superará el listón de los 60 millones de visitantes a final de 2013. En la segunda se encuentra el turismo nacional que no ha frenado su caída desde el inicio de la crisis, con un descenso del 15% en las pernoctaciones. Buena prueba de ese comportamiento dispar es el hecho de que la llegada de visitantes extranjeros haya alcanzado un récord histórico en julio y que las estancias en los establecimientos hoteleros ese mes solo hayan subido un 0,5%.
La principal razón que explica esta contradicción es el fuerte deterioro del mercado nacional, que está afectando a las comunidades autónomas que tienen una mayor dependencia de ese turismo, como Castilla y León, Galicia, Aragón, Asturias o Cantabria, donde los residentes suponen hasta el 90% de las llegadas. Este deterioro ha afectado también a otras dos grandes regiones turísticas, como Madrid o la Comunidad Valenciana, en las que el peso de los españoles oscila entre el 50% y el 60% de los visitantes.
Nada que ver con los registros de tres autonomías (Cataluña, Baleares y Canarias), en las que el turismo extranjero representa, como mínimo, el 73% de las visitas (en Baleares llega al 90%) y que por lo tanto no se han visto afectadas en ningún caso por el deterioro del mercado nacional. Especialmente significativo ha sido el boom de pernoctaciones experimentado por Canarias, con una ganancia de cuatro millones desde 2008. En este incremento ha tenido mucho que ver la primavera árabe de 2011 y el progresivo traslado de turistas extranjeros desde el Norte de África. Un fenómeno que se volverá a producir a finales de este ejercicio como consecuencia del recrudecimiento del conflicto en Egipto.
En el otro lado aparecen un gran número de autonomías fuertemente castigadas por su dependencia del turismo nacional. El ranking está encabezado por Aragón, en el que las pernoctaciones de los residentes han caído casi un 30% desde el inicio de la crisis. Este dato se explica por el repunte que registró en 2008, como consecuencia de la celebración de la Expo del Agua, que no tuvo continuidad en los ejercicios posteriores. En esa misma situación se encuentra Galicia, que ha sufrido un fuerte deterioro (ver gráfico) desde 2010, fecha en la que se celebró el Año Santo Xacobeo. A continuación aparecen un gran número de autonomías, como Castilla y León, Murcia, Asturias o Cantabria, en el que el ajuste de las pernoctaciones ha sido de dos dígitos. En todas ellas, el turismo nacional tiene una cuota superior al 80%.
Especialmente significativos son los casos de Madrid y Comunidad Valenciana, con fuertes caídas en las pernoctaciones pese a ser dos de los seis grandes destinos turísticos en España (Madrid por ser capital y estar situado en el centro geográfico y Valencia por disponer de enclaves de sol y playa). En ambos casos, las pernoctaciones han caído con fuerza, aunque por distintos motivos.
El ajuste ha sido mayor en el caso de Madrid (ha perdido cerca de 600.000 pernoctaciones de nacionales en tan solo un año) por la caída de los asientos contratados y la salida de líneas aéreas de Barajas, que transportaban a un gran número de visitantes españoles que aprovechaban siempre su paso por Madrid para pernoctar al menos un día.