_
_
_
_
_
Breakingviews
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El renovado HSBC empieza a remontar

Por primera vez en varios años, HSBC ha arrojado unas cifras provisionales libres, en gran parte, de cargos por reestructuración y grandes multas normativas. Esto, y la reducción de costes llevada a cabo por el consejero delegado Stuart Gulliver, han permitido a la entidad reportar mayores beneficios subyacentes antes de impuestos en todas las regiones, salvo en Latinoamérica. El comportamiento del banco de inversión fue bueno, ayudado por fuertes volúmenes en los mercados de capitales extranjeros de deuda y de divisas. Incluso Norteamérica ha vuelto a la senda del crecimiento tras mucho tiempo deshaciéndose de las desastrosas hipotecas subprime. Una rentabilidad sobre el capital del 12% entraba dentro del rango que se había marcado HSBC.

Gulliver no puede dar la misión por concluida, de momento. La eficiencia todavía puede mejorar, por ejemplo, mediante la eliminación de la superposición de los sistemas bancarios de internet en las operaciones de banca minorista y comercial de HSBC. Esos ahorros contribuirán a compensar el incremento del coste de cumplimiento y reglamentación, así como el crecimiento más débil en los mercados menos desarrollados. El banco también puede enfrentarse a más sanciones, por ejemplo por la manipulación de los tipos interbancarios Libor.

Pero la fortuna de HSBC descansa en gran medida en dos factores que escapan a su control directo. El primero son los tipos de interés; la gran cantidad de depósitos del banco implica que unas tasas cercanas a cero harán mella en sus ingresos. HSBC estima que cada aumento de un punto porcentual en los tipos globales sumaría 1.200 millones de dólares a su beneficio antes de impuestos.

La fortuna de HSBC descansa en gran medida en dos factores sobre los que no tiene un control directo

La pesadilla es la desaceleración de los mercados emergentes. Las deudas incobrables están aumentando en México y Brasil. Y si el crecimiento de China se desacelera a menos del 7,4% pronosticado por los economistas de la entidad, las operaciones del banco notarán la presion.

Tal desaceleración cíclica no invalidaría la estrategia a largo plazo de HSBC. Pero su comportamiento a partir de aquí podría estar más relacionado con la situación externa que con las medidas de Gulliver.

Archivado En

_
_