Rescate bancario y coste para el contribuyente
Las cuentas anuales del FROB de 2012 confirman lo que la Comisión Europea anticipó hace meses: que el coste de las ayudas a la banca española han costado dinero, y mucho, al bolsillo del contribuyente. Así, desde su creación, el FROB ha acumulado unas pérdidas de 36.931 millones de euros.
BFA-Bankia es la entidad que ha consumido más recursos públicos (22.424 millones de euros), de los que según el FROB el 61% (13.641 millones de euros) se han perdido. Catalunya Banc es la segunda entidad con más ayudas recibidas (12.052 millones de euros), de las que 80% se dan por perdidas. NCG Banco también ha perdido la mayor parte de las ayudas recibidas (6.649,4 millones de euros de los 9.052 millones de euros recibidos), aunque el “number one” de la lista es el Banco de Valencia que ha perdido el 100% de los casi 5.500 millones de fondos públicos inyectados. De las cuatro entidades que concentran la mayor parte del capital público inyectado, casi las tres cuartas partes se han perdido, siendo por tanto un coste que ya ha asumido el contribuyente.
Si tenemos en cuenta el tamaño de las entidades, “lo peor de lo peor” es el Banco de Valencia, que ha recibido una ayuda de 5.500 millones de euros equivalente al 25% de su activo, y a la que hay que sumar las pérdidas que tiene que asumir el FROB por el Esquema de Protección de Activos concedido a Caixabank estimadas en 598 millones de euros, que es la provisión que ha dotado el FROB en 2012. Y por si fuera poco, el FROB está analizando una reclamación de Caixabank que solicita una compensación por un perjuicio patrimonial derivada de los cambios producidos en la estimación de los activos a transferir a la Sareb y los finalmente trasmitidos. Lo que parece más que evidente es que la reclamación tiene visos de prosperar, ya que el FROB ha decido provisional 90 millones de euros por este motivo, que es algo inferior al 50% de la cantidad reclamada. Conclusión: la que era la joya de la corona va a terminar costando al contribuyente casi 6.300 millones de euros.
Casi las tres cuartas partes se han perdido, siendo por tanto un coste que ya ha asumido el contribuyente
Las estimaciones de pérdidas del FROB difieren y son más optimistas que las que calculó la Comisión Europea hace unos meses. Sea por diferencias en los criterios o por los supuestos utilizados en la estimación del deterioro de los activos, lo cierto es que la diferencia es importante. Frente a los 36.197 millones de euros de pérdida por deterioro de activos estimada por el FROB, la Comisión Europea eleva la cifra a 43.479 millones de euros. La mayor diferencia está en las pérdidas de BFA-Bankia, que Bruselas eleva a 18.302 millones de euros (4.661 millones de euros más que el FROB). En Catalunya Banc Bruselas imputa 1.484 millones de euros más de pérdidas y en NCG Banco 951,6 millones más. Pero no sólo hay diferencias en la estimación de pérdidas, sino también en las entidades consideradas. Mientras que el FROB también imputa pérdidas en Ceiss y BMN, Bruselas no lo hace, al menos hasta 2012. Lo contrario ocurre con Unnim Banc, a quien Bruselas imputa una pérdida con cargo al déficit público de 953 millones de euros.
El impacto sobre el déficit público de las ayudas concedidas a la banca en España desde 2008 fue estimado por Eurostat en 36.637 millones de euros, lo que representa el 3,8% del PIB de 2012. Pero si nos centramos solo en las pérdidas por las ayudas a la solvencia (sin descontar por tanto ingresos que ha obtenido el Tesoro por ayudas concedidas a la liquidez en forma de comisiones o intereses cobrados), el impacto sobre el déficit público hubiera sido del 4,1% del PIB.
¿Qué consecuencias sobre el déficit puede tener la venta de Catalunya Banc y NCG Banco? Obviamente, el impacto dependerá del precio al que se consiga venderlas. Bruselas ya imputó al déficit de 2012 11.126 y 7.601 millones de euros de pérdidas, respectivamente. Pero dado que los fondos públicos inyectados son mayores, todavía queda margen para que aumente nuevamente el déficit público. En un escenario hipotético en el que su precio de venta fuera cero, el impacto sobre el déficit público sería de 2.377 millones de euros.
El informe del FROB advierte que en el futuro cabe la posibilidad de que tenga que asumir más pérdidas por varios motivos: las acciones de gestión de los instrumentos financieros híbridos (participaciones preferentes y deuda subordinada) cuyo proceso de arbitraje y reclamaciones judiciales pueden acarrear más pérdidas para las entidades; nuevas provisiones a realizar por la reclasificación de préstamos refinanciados siguiendo las recomendaciones del Banco de España; y la propia evolución de las entidades nacionalizadas, cuyas pérdidas, si las hubiera, pasarían factura al FROB y por tanto al contribuyente.
El informe del FROB advierte que en el futuro cabe la posibilidad de que tenga que asumir más pérdidas
Desgraciadamente, para el 2013 aún queda algo más que contar en esta historia. El FROB ha asumido una pérdida de 325 millones de euros en el saneamiento y venta del Banco Gallego que engrosará el déficit público. Y para el futuro, hay dos incógnitas: 1) Bankia, cuya participación el FROB valora en 8.783 millones de euros, y cuyo precio de venta en los próximos años dependerá no solo de la gestión de la entidad, sino del propio devenir macroeconómico. Lo mismo se aplica a la participación del FROB en BMN, pero de cuantía mucho más reducida; y 2) la Sareb, que con un ritmo de ventas y a precios inferiores a los previstos, tiene el riesgo de generar pérdidas que exigirían una ampliación de capital. Si los actuales socios privados no suscribieran la ampliación, sería el FROB el que tendría que salir al rescate, en cuyo caso la totalidad de los bonos emitidos por la Sareb pasarían a engrosar la deuda pública y sus pérdidas el déficit público. Crucemos los dedos para que nada de esto ocurra por el bien del contribuyente.
Joaquín Maudos es catedrático de Análisis económico de la Universidad de Valencia, investigador del Ivie y colaborador del CUNEF