Iberdrola sufrirá un impacto de 450 millones por la reforma eléctrica
Es una reforma "de alcance limitado" Tendrá consecuencias nefastas para la inversión La rentabilidad no tiene en cuenta el coste del capital
La reforma eléctrica aprobada este mes por el Gobierno tendrá un impaco de entre 400 y 450 millones anuales en los resultados antes de impuestos de Iberdrola. Durante la presentación de sus cuentas semestrales ante los analistas, la compañía ha cifrado en 260 millones el efecto para 2014 (170 millones en lo que queda de este año) por los recortes a la distribución o los pagos por capacidad, pero sin tener en cuenta el que sufrirán las renovables. Para ello falta por conocer los costes estándares que determinarán la retribución.
Sin embargo, según las estimaciones de los analistas sobre el efecto del recorte para estas instalaciones, el impacto podría llegar a los citados 450 millones, dada la importante cartera eólica de Iberdrola.
La compañía obtuvo un beneficio neto de 1.728 millones hasta junio, que supone una caída del 2%, debido “a los saneamientos de activos [de 1.657 millones por los proyectos de gas y renovables en EE UU y Canadá] y la actualización de balances”. El Ebitda alcanzó lo 4.051 millones, un 0,9% menos.
El consejero director general de la eléctrica, José Luis San Pedro, fue especialmente duro contra los recortes en la retribución de las redes, que supondrá para Iberdrola 115 millones de euros este año y al que viene. Se trata, en su opinión, “de un grave fallo regulatorio, sobre todo en un negocio que está obligado a invertir de forma permanente. “Paralizar la actividad de distribución durante tanto tiempo va a tener unas consecuancias nefastas para el país”.
En este sentido, San Pedro aseguró que la rentabilidad que la reforma atribuye a la distribución se basa en el bono del Tesoro, en lugar del coste de los capitales empleados (el WACC), pese a que este es el criterio más utilizado internacionalmente.
En cuanto al recorte de los pagos por capacidad, supondrán 40 millones este año y 90 millones el próximo. Y pese a que se desconoce en cuánto quedará el número de usuarios del bono social, que volveran a financiar las grandes eléctricas, Iberdrola asegurá que le costará 15 millones este añi y 40 millones adicionales en 2014.
Aunque en Iberdrola reconocen que la reforma acaba con el déficit de tarifa estructural, está en contra del reparto del esfuerzo. Además, según ha asegurado su presidente, Ignacio Sánchez Galán, se trata de una reforma de corto alcance, pues no tiene en cuenta “elementos básicos de política energética, objetivos económicos y medioambientales, previsiones de demanda”, etc.
Y arremetió como tantas otras veces contra las energías solares, a las que culpo del déficit de tarifa. Unas tecnologías, que Galán, y parafraseando al secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, en las que “hemos invertido cuando no había que hacerlo” y por las que “hemos pagado la curva de aprendizaje al resto del mundo”. Como la mayor parte de la reforma (que la componen 13 normas que “pesan cinco kilos” en papel, según San Pedro), Galán reclamó “un esfuerzo de diálogo” para que se corrijan algunas insuficiencias.
Para Iberdrola, la nueva regulación es extremadamente complicada y no permite hacer una evaluación ni siquiera aproximada de la retribución que recibirá cada tecnología. Eso sí, opina que afectará a las más eficientes y se olvida del desarrollo energético futuro.