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Columna
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Regateo de derivados

Los reguladores estadounidense y europeo han llegado a un acuerdo en la normativa sobre los derivados. Los dos regímenes difieren en que las reformas de los swaps en Europa están tardando más en ponerse en práctica que en Estados Unidos, pero son más estrictas en la mayoría de los puntos principales. La Autoridad Europea de los Mercados de Valores (ESMA, por sus siglas en inglés) estima que llevará al menos un año, tal vez dos, que todo esté en su sitio. Entre tanto, las normas estadounidenses están preparadas para entrar en vigor. Los europeos son más duros con la transparencia de datos, la determinación de los márgenes y la obligación de presentar informes. También comprenden los swaps de divisas.

El objetivo principal de la CFTC era evitar otra catástrofe al estilo de la de AIG. La aseguradora estadounidense adoptó la regulación mínima otorgada a su filial de Londres para crear una cartera de credit default swaps (CDS) que se malogró en 2008. Pero no hay razón para suponer que Europa ha hecho las cosas mejor. Los swaps se enfrentan allí a un mayor escrutinio debido a los requisitos centrales de transparencia. Un mayor rigor en las provisiones a precios de mercado también debería exponer los riesgos. Y las instituciones financieras tienen que dar más garantías que antes, como protección para las operaciones fuera del mercado.

Eso no quiere decir que el arbitraje regulatorio se ha desvanecido en los mercados de swaps. La CFTC todavía tiene que evitar el retraso en otras jurisdicciones a parte de la UE. Mientras tanto, ha optado por retrasar la normativa que obliga a todas las empresas extranjeras a cumplir con sus normas transfronterizas.

Los bancos deberían también evitar dejarse llevar en exceso: las llamadas cartas de no acción de la CFTC no son reglas férreas. La disputa legal sobre la cantidad de datos a la que se debe permitir acceder a los reguladores extranjeros todavía podría dar al traste con el acuerdo. Pero la regulación de los swaps está en un lugar mejor de lo que estaba antes. Eso, al menos, es un avance.

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