La UE busca un acuerdo de última hora sobre los futuros rescates bancarios
La Unión Europea (UE) busca hoy un acuerdo de última hora sobre las reglas que guiarán los futuros rescates bancarios a fin de que los líderes puedan acudir a la cumbre de los días 27 y 28 con una pieza más para la unión bancaria.
Los ministros de Economía de la UE se reunirán de nuevo a partir de las 16.30 GMT, después de que en la madrugada del pasado sábado fracasaran en su primer intento de cerrar un acuerdo político sobre la directiva de reestructuración y liquidación bancaria.
Con ella se pretende que sean los bancos y acreedores los que paguen la factura cuando quiebre una entidad financiera, y no los contribuyentes.
La reunión se celebrará en la víspera de la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, un escenario similar al que ya se dio en diciembre de 2012 cuando tuvieron que cerrar “in extremis” el supervisor bancario único antes de un Consejo Europeo.
El objetivo de la directiva es establecer una jerarquía que en el futuro aporte claridad sobre qué acreedores y en qué orden éstos pueden verse sometidos a quitas, empezando por los accionistas, seguidos de la deuda subordinada y de bonos júnior, de deuda sénior y finalmente de depósitos no asegurados.
Hay un consenso generalizado en otorgar una protección especial a los depósitos de más de 100.000 euros en manos de particulares y pymes, mientras ya ha quedado absolutamente claro que los ahorros por debajo de 100.000 euros serán “sacrosantos”, en palabras del ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.
La UE quiere evitar que se repitan casos como el de Chipre, cuando la eurozona impuso inicialmente una tasa especial a los depositantes de menos de 100.000 euros, provocando una polémica sin precedentes por considerar que se rompía la normativa europea relativa a la garantía para los pequeños ahorradores.
El problema está en el grado de flexibilidad que se debe otorgar a los países para excluir de la lista a ciertos acreedores e instrumentos financieros, pues países como Alemania quieren limitar esa discrecionalidad al máximo, mientras que otros, sobre todo países de fuera del euro como Suecia y Reino Unido, aspiran al máximo margen posible.
Así, los ministros deben acordar hoy el porcentaje de pasivos de los bancos que debe sufrir pérdidas y el que puede ser eximido total o parcialmente en circunstancias excepcionales y bajo estrictas condiciones.
En la última versión del texto que negociaron los ministros se establecía que un 5 % del monto máximo de pasivos puede ser eximido, pero solo después de haber aplicado quitas a un 8 % de los pasivos.