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Investigación

El diagnóstico del alzhéimer pasa por Madrid

La multinacional Siemens produciráel nuevo radiofármaco Amyvid, para los laboratorios Lilly, en su planta de Arganda del Rey

Cápsula en cuyo interior viaja el radiofármaco FDG, en las instalaciones de Petnet (Siemens) en Arganda.
Cápsula en cuyo interior viaja el radiofármaco FDG, en las instalaciones de Petnet (Siemens) en Arganda.

Bata blanca, calzas, gorro y un dosímetro que mide las radiaciones en el ambiente. Esa es la vestimenta mínima para entrar en la planta de radiofármacos de Siemens en Arganda del Rey (Madrid).

Camuflada en lo que en el exterior parece una nave convencional, el interior esconde uno de los escasos lugares en España con dos ciclotrones –equipos de la firma alemana Siemens–, de donde salen los isótopos radiactivos para elaborar estos productos.

Amyvid es un radiofármaco desarrollado por los laboratorios Lilly. Es el primero a nivel europeo que se utilizará en un equipo de tomografía PET, que ofrece una mayor precisión en las imágenes que le llegan al médico. La compañía farmacéutica ha llegado a un acuerdo con Siemens para que su división Petnet lo fabrique en sus plantas de Reino Unido, Francia y España.

El producto se inyecta al paciente y viaja a través del riego sanguíneo hasta adherirse y resaltar en el PET las placas beta-amiloides que se originan en el cerebro de los enfermos de esta patología. Se empezará a producir a finales de 2013, para lo que la pequeña planta de Arganda tendrá que aumentar su plantilla. Y supondrá un incremento en facturación de un 50%.

La planta fabrica también un radiofármaco para diagnosticar cáncer

Inaugurada en 2011, cuenta con ocho empleados actualmente dedicados a la producción del radiofármaco FDG para el diagnóstico de tumores. El corazón del laboratorio son los dos ciclotrones blindados con hormigón y una aleación metálica para evitar riesgo de fugas. De estos dos aceleradores de partículas sale el isótopo radiactivo flúor 18, con el que se elabora el FDG.

El siguiente paso es unirlos a las moléculas. Para ello se trasladan al laboratorio, donde se hace la síntesis del fármaco. Después pasa a ser envasado mediante un robot y los viales finales se incluyen en un recipiente de plomo y en una caja plomada para su transporte hasta el hospital.

El isótopo va disminuyendo rápidamente su radiactividad hasta que la pierde totalmente en 12 horas, por lo que desde que se elabora el FDG (o, en el futuro, el Amyvid) hasta que se usa en el paciente no puede pasar mucho tiempo. Por eso, la producción se realiza por la noche. El día anterior llegan los pedidos de los médicos de los hospitales. A las 12 se encienden los ciclotrones.

Detección temprana

El nuevo radiofármaco de Lilly, el primero aprobado en EE UU y Europa para equipos PET, busca favorecer un diagnóstico temprano detectando la proteína beta-amiloide en el cerebro. Aunque tener esas placas no significa que se vaya a desarrollar al 100% la patología.

A las 3.00 se empieza la producción, que finaliza a las 7 de la mañana. Entonces tendrán que haber salido todos los viales. La dificultad del proceso viene por el cálculo de las cantidades necesarias según a la hora en la que se vaya a inyectar al paciente.

Actualmente cuentan como clientes con tres hospitales privados en Madrid y otro en Murcia. Los primeros envases de FDG de la noche salen para el Levante, ya que tienen que estar por la mañana listos en la clínica. Cada día preparan 25 dosis para 25 personas. A partir de julio esperan que el número llegue hasta 80 dosis con nuevos clientes. Y final de año se intensificará aún más con Amyvid.

El paciente inyectado con el radiofármaco es introducido en un equipo PET, que fusiona también la tecnología TAC, y el médico puede ver al minuto tanto el metabolismo como la morfología de las células cancerígenas. “Gracias a los tomógrafos PET se consigue un detalle muy alto de posibles tumores, incluso de los más pequeños”, explica Francisco Pastor, director de operaciones de Petnet. Lo que beneficia al paciente, porque se facilita un diagnóstico muy temprano.

“Si se detecta antes, puede ahorrar costes de tratamiento al sistema”, asegura Elena Carro, responsable de equipos de imagen molecular de Siemens. Esta multinacional alemana fabrica tanto los ciclotrones, llamados Eclipse, como los aparatos de tomografía PET.

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