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Comienza el proceso de ajuste de plantilla por la fusión con Banesto

Santander ofrece a 300 empleados la baja incentivada y 650 se prejubilan

El proceso de salidas voluntarias para este año finaliza el próximo 28 de junio El cierre de oficinas en España se iniciará en septiembre

Fachada de una oficina de Banesto
Fachada de una oficina de BanestoREUTERS

Sin ruido y sin alteraciones. Así se está llevando a cabo la salida de empleados de Santander y Banesto como consecuencia de la fusión de ambas redes. La semana pasada, el banco abrió el periodo para que los trabajadores se apunten a las bajas incentivadas. La entidad ha ofrecido a unos 300 empleados la posibilidad de acogerse a ellas voluntariamente, mientras que 650 empleados han decidido ya prejubilarse.

La fusión de las redes de Santander en España y de Banesto es incluso calificada por los sindicatos de tranquila y sin ruido. Lógico, si se tiene en cuenta que ambas marcas (aunque la de Banesto ya ha sido dada de baja en el registro del Banco de España) pertenecen al mismo grupo y su integración se está realizando siguiendo los criterios fijados en un acuerdo alcanzado entre la empresa y los sindicatos el pasado día 15 de marzo, en el que imperaba no recurrir a medidas traumáticas para reducir plantilla.

El plan de la entidad suponía el cierre de unas 700 sucursales de ambas redes antes de finales de 2014 y el ahorro de 520 millones en tres años. Y pese a que no se ha dado nunca una cifra oficial sobre el objetivo de reducción de plantilla, tanto en círculos cercanos al banco como sindicales, calculan en unos 3.000 trabajadores los que pueden abandonar el grupo en España en un máximo de tres años.

A mediados del pasado mes de mayo Santander abrió el plazo de prejubilaciones y se cerró aproximadamente un mes después. En este periodo se han adherido a este plan 650 empleados de toda España, según explican fuentes sindicales.

Fuentes de la propia entidad aseguran que esta cifra no se da por cerrada ya que el objetivo del banco es retomar el plan de prejubilaciones en septiembre, mes en el que, de hecho, comienzan a salir de sus puestos de trabajos los empleados que ahora han decidido prejubilarse. Además, se espera que el año próximo se vuelva a abrir otro plan de salidas.

Además, Santander ha ofrecido a unos 300 empleados que se apunten al plan abierto el pasado 11 de junio de bajas incentivadas y que se cierra el próximo día 28. Este plan de salidas es voluntario, aunque el banco ha mantenido entrevistas con empleados en las que les ha planteado que abandonen el banco. Pese a ello, al ser bajas voluntarias y acordadas con los sindicatos, Santander aceptará la decisión del trabajador en caso de que opte por quedarse en el grupo.

Fuentes sindicales creen que las bajas voluntarias no sobrepasarán las 200.

En las entrevistas para que los empleados se apunten a las bajas incentivadas –que se han realizado en su mayor parte durante la semana del 11 al 15 de junio y continúan esta semana–, el banco ofrece una indemnización de 50 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades, y los servicios de una empresa de recolocación durante 9 meses, ampliables a 3 meses más.

En el caso de las prejubilaciones el grupo ofrece un 80% del salario bruto utilizado para calcular la pensión a los trabajadores del sector administrativo, más un cuarto de la paga de agosto.

En el caso de los directivos, el acuerdo establece prejubilaciones con un 76% del salario bruto, más el 50% del complemento voluntario y un cuarto de la paga. A estas prejubilaciones podrán acogerse los trabajadores a partir de los 58 años, aunque en el caso de Madrid la edad se rebaja a los 55 años.

También establece que no se descontará la Seguridad Social a cargo del trabajador, y la totalidad del convenio especial de la Seguridad Social será a cargo de la empresa hasta la edad de jubilación. Además, se mantendrán las aportaciones al plan de pensiones o al plan de previsión social empresarial hasta la edad de jubilación. El sindicato también ha explicado que se introduce una cláusula de garantías para cubrir la eventualidad de que alcanzada la edad de jubilación pactada, esta no sea posible legalmente.

Como es lógico, la gran parte de las prejubilaciones ahora acordadas corresponden a empleados de Santander, el banco más grande y con la plantilla de mayor edad ya que Banesto ha sufrido ya varios planes de prejubilaciones en los últimos 20 años. Fuentes sindicales señalan que las prejubilaciones de personal de Banesto no alcanzan las 100. En cuanto a las bajas incentivadas se reparten “casi a partes iguales entre la plantilla de Santander y la de Banesto”, señalan las mismas fuentes.

Traslado de la banca comercial a Banesto 

La fusión de Santander, Banesto y Banif (aunque esta última marca no cerrará oficinas, pese a desaparecer su nombre) llevará consigo un ajuste de red. Hace algo más de un mes se esperaba que el grueso de las clausuras se llevase a cabo este año, con el cierre de 400 oficinas. Pero al final, y según los últimos mensajes facilitados por el banco a la plantilla, las clausuras, que se iniciarán en septiembre, ascenderán a 300 este año y 400 se dejarán para el próximo ejercicio.

Mientras, Santander ha decidido trasladar a la hasta ahora sede operativa de Banesto, en la avenida de San Luis de Madrid, la división de banca comercial. La llegada de la plantilla de Banesto a la Ciudad Financiera de Santander, situada en Boadilla, ha colapsado este espacio, razón por la que se ha optado por trasladar a Banesto la división que dirige Enrique García Candelas.

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