La réplica ibérica de Silicon Valley
La modernización de las empresas, Administracionesy ciudadanos ha ido de la mano de las grandes tecnológicas, presentes aquí desde hace décadas
Las compañías tecnológicas han sido las protagonistas indiscutibles del desarrollo mundial en los últimos años ¿O alguien duda del papel jugado por Microsoft? Ese sueño creado en 1975 por Bill Gates y Paul Allen lleva años democratizando el acceso a la tecnología mediante software, dispositivos y servicios en internet. Instalada en España en 1988, la consultora IDC calcula que 181.000 personas trabajan alrededor de Microsoft Ibérica, que cuenta con cinco centros de innovación y tres centros de excelencia en nuestro país.
Pero la decana del sector es IBM, presente en España desde hace 87 años. Su primer cliente fue Telefónica, que adquirió sus sistemas de tabulación. Desde entonces ha acompañado a la mayoría de los grandes grupos empresariales del país en su proceso de modernización. Desde La Caixa, la primera entidad financiera del mundo en incorporar ordenadores personales en sus oficinas, hasta actualmente Aena, donde colabora con Indra en el despliegue de la nueva plataforma de servidores para el sistema Sacta (Sistema Automatizado de Control de Tráfico Aéreo).
Unos años después, en 1971, HP, otro gigante, desembarcó aquí. Con más de 9.000 empresas colaboradoras en estos momentos, HP ha jugado un papel de primer orden en la incorporación de la tecnología en el día a día de empresas, Administraciones y consumidores, gracias al esfuerzo que se realiza desde sus centros de innovación, dos de ellos, con competencias mundiales, situados en España. De estos años, la propia compañía destaca cuando en los ochenta revolucionaron el mercado inventando las impresoras de chorro de tinta o siendo pioneros en la introducción del ordenador personal.
Cisco, por su parte, desde su fundación en 1984, ha pasado de ser una compañía especializada en conectar ordenadores mediante routers a convertirse en una empresa que aprovecha las redes para optimizar los procesos productivos de las organizaciones y mejorar la calidad de vida de las personas, “transformando la manera en que trabajan, viven y se divierten”, resaltan desde la filial española. Admiten que las tecnologías disruptivas, capaces de cambiar los procesos productivos como el cloud, la movilidad y la colaboración mediante vídeo, han jugado un papel esencial en la propia transformación de la empresa.
También Intel tiene entre sus objetivos transformar el mundo en el que vivimos. “Cada nueva generación de procesadores ofrece un rendimiento asombroso, más ahorro de energía y mayores prestaciones”, aseguran en la compañía. También recuerdan cómo la innovación ha sido el motor impulsor desde el comienzo, pasando de fabricar chips de memoria a microprocesadores y, de ahí, al comienzo de la era del PC y después a procesadores específicos para todo tipo de dispositivos, como smartphones, tabletas, cartelería digital o servidores empresariales.