Inyección de credibilidad
Glencore Xstrata ha encontrado en John Mack y Peter Grauer a dos directores independientes formidables. El ex presidente de Morgan Stanley y el presidente de Bloomberg, respectivamente, traen una sólida reputación y una amplia experiencia empresarial al gigante de materias primas recién fusionado.
El mando era una debilidad tanto en Glencore como en Xstrata cuando eran compañías separadas. La junta directiva de Xstrata irritó a los inversores proponiendo generosas primas para el entonces consejero delegado Mick Davis y sus lugartenientes durante la adquisición del año pasado. El consejo de Glencore estaba lleno de operadores de la industria, pero su ex presidente, que fue soldado y aventurero en la Antártida, Simon Murray, se perfiló como demasiado débil. Se pensó que Ivan Glasenberg, el carismático jefe de la empresa y el mayor accionista, necesitaría una supervisión hecha de otra pasta.
Mack es un partidario de Glasenberg desde hace mucho tiempo, hizo amistad con él cuando estaba al frente de Credit Suisse. Su experiencia en lo más alto de los mayores bancos de inversión y su red de contactos a nivel mundial serían un plus en la sala de juntas. Grauer, un antiguo banquero de inversión, aporta la perspectiva de una compañía de medios –algo útil en una empresa donde la imagen de gestión es un reto. Una reputación sólida e independiente en los negocios globales implican que deberían ser capaces de hacer frente a Glasenberg si fuera necesario. También significa que Glasenberg valorará su contribución.
Los dos nombramientos, junto con el ascenso del antiguo ejecutivo del carbón en Xstrata, Peter Coates, a director ejecutivo, elevan el número total de directores en la compañía a siete. Si Glencore Xstrata puede encontrar a un líder de la talla de Mack y Grauer, la dirección de la empresa combinada podría estar a la altura de las mejores de su clase.