Las empresas no invertirán en coches hasta 2015
Siete de cada diez no destinó dinero a renovar sus flotas durante el año pasado
Los recortes de presupuesto y la falta de financiación son los principales motivos que impiden a las empresas españolas renovar sus flotas de vehículos. Así lo expone el Barómetro del vehículo de empresa de Arval, que detalla que el 70% de ellas no hizo ningún tipo de inversión de este tipo durante el año pasado. Además, no esperan que aumenten las compras hasta el año 2015 en torno al 6%, siempre y cuando el precio de los carburantes no continúe su escalada. De hecho, cuatro de cada diez empresas se desharía de algunos de sus vehículos si continuara esa tendencia, porque la alternativa del eléctrico sigue sin ser contemplada por su autonomía.
El estudio pone de manifiesto las dificultades que atraviesan las empresas del país y el papel más que secundario que ha adquirido la renovación o adquisición de vehículos entre sus inversiones. Hasta mayo, las ventas en este canal han sido de 78.626 unidades, un 22% menos que en el mismo período del año pasado. En mayo se registraron unas 15.000 matriculaciones, un 20% menos.
Incentivos
Desde Arval reclaman al Gobierno alguna medida que reactive este mercado, como beneficios fiscales o ayudas para la compra de vehículos nuevos y usados de hasta cinco años, algo que, según su postura, rejuvenecería el parque y mejoraría la calidad del aire y el consumo de carburantes. El actual plan PIVE II no incluye ayudas para coches de segunda mano, algo que también reclama la patronal de los vendedores Ganvam, y el Plan Pima Aire, que se puso en marcha en el mes de abril, está destinado a los vehículos comerciales, que no abarcan todas las necesidades de las flotas de las empresas.
La caída de las ventas también es consecuencia de una mentalidad enfocada a la compra directa de los vehículos, dejando de lado alternativas como el leasing o el renting. Esto se aprecia entre las empresas de uno a 100 empleados, que en un 40% apuestan por esta vía, lo contrario que en las grandes compañías, que en un 60% se decantan por el alquiler, un porcentaje muy superior al de la media europea, del 36%.
Otra alternativa manejada por las compañías es la del carsharing, o la conducción compartida. En lo que va de año, el 16% de las empresas consultadas han implementado esta medida, mientras que el 11% la ha considerado.