“Con un 25% de paro en Francia habría una revolución”
Cuando hace 25 años Benoît du Passage aterrizó en Barcelona buscó un piso “de soltero”. Pero no le fue fácil encontrarlo. “Es muy llamativo para un francés la fuerza que tiene la familia en España”, comenta el presidente de la consultora inmobiliaria Jones Lang LaSalle para el sur de Europa. Las peculiaridades de la sociedad española, en opinión del ejecutivo francés, configuran también el mercado inmobiliario del país.
Benoît du Passage ha sido testigo de primera fila de la creación y el estallido de la burbuja inmobiliaria española. Jones Lang LaSalle, 45.000 empleados en el mundo, 15.000 de ellos en China, valoró los activos de algunas de las inmobiliarias del boom. ¿Son las grandes consultoras responsables de la creación de la burbuja? “Sí y no”, responde. La entrevista se produjo el miércoles pasado, minutos después de conocerse las buenas cifras de paro registradas en mayo.
Hoy se han conocido buenas cifras de paro en España por vez primera en años.
Sí, las he oído. En Francia tenemos la percepción de que en España hay una economía paralela que permite a la gente vivir con algo. Y nos llama mucho la atención la fuerza de la familia en España. Cuando en Barcelona solo un 5% de la población vivía sola, en París era cerca del 50%. En Francia, con una tasa de desempleo como la española, del 25%, habría una revolución; en España, o hay economía paralela o la fuerza de la familia es tremenda.
¿Eso condiciona el mercado inmobiliario?
Sí, sí, pienso que sí. Quizá sea un factor que a un economista no le diga mucho, pero para mí eso explica diferencias del mercado inmobiliario español con otros. En España existe una fuerte solidaridad familiar, me parece importante; en Francia no es normal ver, como ocurre en España, a familias completas andando por la calle.
Lleva más de 20 años trabajando en el mercado español. Con cierta perspectiva, ¿podría explicar los motivos de la creación de la burbuja inmobiliaria?
Mi percepción de los últimos 20 años es que España buscó resultados a muy corto plazo con el negocio inmobiliario. Creo que este país tenía todo para convertirse en el Silicon Valley, ¿por qué no lo consiguió? A mucha gente de Europa le gustaría vivir en España, para mí es un misterio que no lo haya logrado, eso es decepcionante. Demasiado dinero en la cultura del pelotazo.
En Francia, a finales de los años ochenta, tuvimos un problema parecido a la burbuja inmobiliaria española y también hubo bancos franceses que tuvieron que cerrar sus operaciones. Pero en España, en los años del boom, hubo un exceso brutal de oferta que no hubo en Francia.
Jones Lang LaSalle hizo valoraciones de inmobiliarias españolas en esos años. ¿Son también las consultoras responsables de la burbuja?
Sí y no. Fuimos parte de esa euforia, pero un valorador hace una fotografía de la situación, observa, pero no anticipa. Otra cosa es quién asesora y por qué una operación. Se hicieron muchas cosas absurdas, pero también hubo cosas buenas; en el mercado de oficinas creo que se hicieron buenas cosas, francamente, el exceso de oferta en oficinas no fue tan brutal como en residencial.
¿Hay proyectos inmobiliarios españoles en pie que no tienen salida?
Hay complejos residenciales levantados en sitios muy raros, que nadie quiere, que no tienen solución, que ocupan un suelo que debería volver a ser rústico, simplemente. Viajando por España esto se hace evidente, ves construcciones inacabadas, que nadie quiere. Todos los años voy al sur de España de vacaciones, a un hotel, y todos los años veo enfrente la misma construcción, en el mismo estado, inacabado, que nadie quiere. En Francia no se llegó a ese nivel.
También existirán oportunidades...
Hay grupos familiares españoles y de América Latina listos para invertir en España y París. Estamos trabajando con varios inversores españoles y americanos para invertir en Francia. Buscan edificios de oficinas con buenos inquilinos, con ingresos, y no requieren una rentabilidad tan alta como la que se buscaba en los años del boom. También hay posibilidades para fondos que se planteen grandes compras con grandes descuentos. Creo que se puede ser optimista en cierto modo, hablo con fondos y profesionales de inversión que saben distinguir entre unos activos y otros. Ahora hay algo más que fondos buitres mirando el mercado español. Van a pasar cosas.
Inmobiliarias españolas en París
En los años del boom, inmobiliarias españolas compraron competidoras francesas (como Metrovacesa en Gecina, Colonial en SFL o Realia en Siic de París). ¿Fueron buenas operaciones?
Muy buenas. Compraron buenas compañías con muy buenos equipos. Yo estoy orgulloso de haber trabajado en la operación de Gecina o en la de SFL. Pero hubo empresarios españoles que trataron de trasladar la cultura del pelotazo al mercado francés, gente que quería reinventar la rueda y que fracasaron.
Gecina, una de las mayores inmobiliarias francesas, tiene el accionariado revuelto, con Metrovacesa como primer accionista y Rivero y Soler en concurso con el 31% y Blackstone merodeando.
Gecina es una buena inmobiliaria, también SFL, tiene buen patrimonio, un nivel de endeudamiento razonable y buena fama. El accionariado de la empresa es un tema complicado, pero la compañía tiene futuro y así se percibe en el mercado. Puede haber algún día un cambio de accionistas, pero... Francamente, Joaquín Rivero, aparte del problema accionarial que tenga ahora la empresa, lo hizo muy bien en Gecina, con un buen plan de negocio. Rivero sabía que la empresa tenía muy buenos edificios en París, pero que era necesario modernizarlos, y tenía razón, los requisitos inmobiliarios de una multinacional son los mismos en París que en Madrid.
La crisis inmobiliaria ha afectado a empresas y entidades financieras. También a consultoras.
Sin duda. En el caso de Jones Lang LaSalle hemos sabido mantenernos frente a la crisis gracias a servicios tradicionales ya consolidados y a otros novedosos. Contamos con la división de Tétris Arquitectura, de espacios “llave en mano”, y el área de servicios a propietarios como la gestión de centros comerciales, un sector que sigue funcionando. Hemos puesto en marcha el Chinese Desk, de asesoramiento personalizado a empresas chinas que están viendo en el mercado español atractivo para la inversión.Estamos esperanzados en que el panorama cambie y vayan llegando cada vez más inversores internacionales. Confiemos.