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El martes debutarán 11.500 millones de acciones

Cómo prepararse para el el carrusel bursátil canje de preferentes de Bankia

La avalancha de nuevos títulos disparará la volatilidad y la presión a la baja sobre el valor Los expertos creen que la acción no debería perforar los 0,5 euros La investigación abierta por la CNMV logra frenar la sangría bajista La pérdida real para las preferentes es del 70% tras la caída bursátil

Sede de Bankia.
Sede de Bankia.Reuters

Los sobresaltos acompañan a las acciones de Bankia desde hace semanas, en una especie de carrusel endiablado que tendrá su punto culminante el próximo martes, cuando las preferentes y la deuda subordinada se transformen en títulos cotizados de la entidad. Una avalancha de papel –11.500 millones de acciones– llegará ese día al mercado, un verdadero tsunami para cualquier valor y que convertirá de pronto en accionistas a los titulares de 6.911 millones de euros en híbridos emitidos por el banco.

Será el momento en que los nuevos accionistas podrán recuperar lo que quede de su inversión o, por el contrario, continuar con los títulos, a la espera de que la nueva andadura de la entidad, ya saneada, y un horizonte económico más benévolo permitan crear valor para el accionista. El dilema para el preferentista está servido, aunque muchos titulares institucionales de estos activos ya vendieran con fuerza el pasado jueves –en operaciones que ahora investiga la CNMV–, en una nueva muestra de cómo el inversor cualificado puede sacar ventaja sobre el inexperto inversor particular.

 ¿Qué sucederá el próximo 28 de mayo? ¿Cómo puede reaccionar ese día la cotización de Bankia?

Será el día en que se formalice, por fin, el canje de preferentes y deuda subordinada por acciones de la entidad. Los titulares de estos productos contribuirán con 4.800 millones, una vez aplicadas las quitas, a la recapitalización de la entidad, que quedará definitivamente completada.

A esta inyección se suman otros 10.700 millones de euros de la ampliación de capital realizada por la entidad y que ha suscrito el FROB en su práctica totalidad y a través de la que se canalizan los fondos de la ayuda europea. En definitiva, dos aportaciones de capital que se traducen en una avalancha de 11.500 millones de nuevos títulos –de los que 3.587 millones serán de titulares de híbridos– que se estrenarán el martes y que sin duda presionarán a la baja sobre el valor.

Las acciones de Bankia cerraron el viernes en los 0,65 euros, tras una caída del 4,4%. El valor logró cierta estabilidad después de desfondarse un 51,43% la víspera, en medio de supuestas irregularidades por las que algunos inversores institucionales se habrían anticipado vendiendo al descubierto, es decir, colocando en el mercado los títulos de Bankia que les corresponden por el canje antes de que les fueran entregados, una práctica no permitida en España.

 ¿Cuál es el precio razonable al que debería cotizar Bankia? ¿Hasta dónde se puede desfondar la acción?

”Va a haber tal avalancha de papel que cualquier cosa es posible”, apunta Nicolás López, director de análisis de M&G Valores. Aun así, apunta a un valor que debería ser el razonable para la cotización de Bankia: los 0,5 euros por acción, lo que supone un descuento cercano al 50% sobre el valor en libros –de 0,9 euros por título– que situaría a la entidad en línea con el resto de la banca doméstica cotizada, a pesar de que el FROB haya establecido una valoración muy superior, de 1,35 euros. “Lo que dice la lógica es que se puede estabilizar en los 0,5 euros. Si los perfora, es probable que entre mucho dinero”, añade el analista de un banco estadounidense, que establece un rango de valoración de entre 0,5 y 0,75 euros por título.

 ¿Qué opciones tiene el titular de preferentes el día 28?

A diferencia de lo que sucede en una salida a Bolsa tradicional, los nuevos propietarios de acciones de Bankia no tienen vocación bursátil. Muchos incluso compraron preferentes con la idea equivocada de estar contratando un depósito y el canje es el ansiado momento de recuperar lo que queda de esa inversión.

“Lo aconsejable sería no vender si el valor se va muy por debajo de los 0,5 euros, sería terminar de regalar el dinero”, apunta Nicolás López. Después de todo, por debajo de ese nivel se estarían vendiendo unas acciones con un valor que, aunque teórico, es superior. En definitiva, la reacción del recién estrenado accionista dependerá de la magnitud de la caída que en ese primer día registre el valor, sin olvidar que en el caso del inversor particular, también influye el hecho de que para formalizar la venta tendrá que acudir a la oficina, un sistema indudablemente menos ágil que operar a través de una sociedad de valores.

A favor de que la caída sea contenida juega la existencia del citado suelo de valoración, que los analistas ven alrededor de los 0,5 euros, y el hecho de que el FROB, a través de Bankia, podrá comprar acciones por un máximo de 275 millones de euros como mucho hasta 60 días después del 28 de mayo en un intento de estabilizar el valor.

 ¿Cuál es la pérdida total que van a encajar los titulares de híbridos?

La pérdida no termina con la quita determinada por Bruselas, del 37,32% para la mayor de las emisiones de preferentes, una de Caja Madrid de 2009 por 3.100 millones; del 36% de media para la deuda subordinada perpetua y del 13% para la subordinada con vencimiento. A esto hay que añadir la entrega de unas acciones a un precio muy inferior al de la valoración del FROB, lo que supone una pérdida real, según precios de cierre del viernes, del 70%% para la citada emisión de preferentes y del 56,7% en subordinada con vencimiento.

 ¿Qué sucederá con los arbitrajes? ¿Les afectará el canje?

No, los titulares de preferentes podrán beneficiarse del arbitraje –si cumplen los requisitos para ello– incluso si deciden vender las acciones que les ofrecen en el canje. Si el laudo es favorable, recuperarán toda su inversión, aunque con la referencia de precios que hubiesen acordado con la entidad. Sin deciden con posterioridad a la firma del convenio arbitral –que se remite al Instituto Nacional de Consumo para que se pronuncie–, deberán encajar ya sin compensación alguna el impacto de mercado si la acción sigue cayendo.

 ¿Cómo puede influir la investigación abierta por la CNMV sobre lo ocurrido en la sesión del jueves?

El jueves se movieron casi 50 millones de títulos, cuando el capital flotante (el número de acciones que cotiza libremente en Bolsa) de la entidad a duras penas supera los 10 millones de títulos. De ahí el desplome del 51,4% que sufrió el valor. “Determinados fondos han querido ser más listos y vender antes que nadie”, explica un operador. Con el claro objetivo de perder menos.

La CNMV ha advertido que “procederá a analizar en detalle la operativa de la sesión, al objeto de verificar que se ha ajustado a la normativa legal existente y, en particular, a la que rige en materia de operativa de mercado”. Y solo este aviso sirvió el viernes para frenar en seco las órdenes de venta: Bankia llegó a subir un 16%. La Ley del Mercado de Valores prohíbe las ventas cortas descubiertas (sin tener los títulos) en España. Solo es posible apostar a la baja contra un valor si antes se han pedido prestados los títulos y posteriormente se venden. Pero hay un subterfugio legal que se utiliza de manera habitual en las ampliaciones de capital y que permite vender antes de tener las acciones.

En España, la liquidación de las operaciones se efectúa a los tres días de haberse efectuado la compraventa. Es decir, los intermediarios que vendieron el jueves tienen hasta las tres de la tarde del próximo martes para justificar las ventas. Es decir, el día en que comiencen a cotizar las nuevas acciones de Bankia. Un eventual retraso en la fecha del canje echaría por tierra de forma demoledora esta estrategia y provocaría un apresurado cierre de posiciones cortas que bien podría disparar el valor, si bien es una hipótesis que fuentes de mercado descartan.

 ¿Es legal lo ocurrido? ¿Es probable que la CNMV actúe antes del canje?

Los expertos consultados discrepan, la norma es susceptible de interpretación. Algunos grandes inversores se han deshecho de unas acciones que no tenían el jueves pero que tendrán el próximo martes. La ampliación ni siquiera estaba inscrita en el Registro Mercantil, ni Iberclear –el organismo encargado de llevar el registro contable y gestionar la liquidación de las acciones– había asignado a las acciones referencias de registro (RR), una suerte de DNI de cada una de los título. No fue hasta el viernes cuando sucedieron ambos acontecimientos.

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