Blesa, primer banquero que va a la cárcel en la crisis
La Fiscalía se ha opuesto a la decisión del titular del juez Elpidio José Silva El expresidente de Caja Madrid ingresó anoche en la prisión Soto del Real.
La noticia de la petición de prisión para el expresidente de Caja Madrid conmocionó ayer al mundo financiero, político y empresarial. Más por las razones por las que el juez Elpidio José Silva adoptó ayer esta decisión. El magistrado escuchó ayer las explicaciones del que fuera máximo responsable de la entidad financiera de la compra de City National Bank –sexto banco de Florida en 2008– después de haber recibido un informe del Banco de España realizado en abril de 2010 cuestionando la viabilidad de la operación. Tras escuchar a Blesa, el magistrado decidió su ingreso en prisión.
Silva, que investiga la concesión de un crédito fallido a Marsans de 26,6 millones de euros por parte de la caja de ahorros madrileña, tomó esta decisión en un auto tras citar de urgencia a Blesa e interrogarle por la compra del banco estadounidense en 2008, justo en pleno estallido de la crisis financiera. La entidad madrileña desembolsó por el 83% de este banco 927 millones de dólares (unos 618 millones de euros en aquel momento) y posteriormente se hizo con el 100% de la entidad tras aportar otros 190 millones de dólares (unos 127 millones de euros).
El juez considera que detrás de esta compra hay una “pésima gestión” por parte de Caja Madrid y de su equipo, ya que esta adquisición provocó unas pérdidas de 500 millones de euros derivadas de la falta de un análisis de forma “mínimamente” solvente sobre la viabilidad, el riesgo y el nicho del mercado de la firma de Florida, según consta en el auto derivado de la ampliación de la denuncia de Manos Limpias por el crédito a Marsans.
"No parece que nos hallemos ante eventos fortuitos o cursos causales de todo punto inesperables, sino ante una pérdida plenamente previsible y anticipable, de no ser -en la hipótesis más favorable al imputado- por la ausencia total de la mínima diligencia en la gestión y destino proyectado para los fondos de Caja Madrid, máximo ante una cuantía tan elevada", recoge el auto. Añade que "todo ello, unido al curso causal dimanente de la crisis económica imperante, posiblemente condujo al colapso de la entidad financiera".
La decisión del magistrado tiene su origen en un informe del Banco de España, fechado el 19 de abril de 2010 y recibido recientemente, en el que los inspectores consideran que la compra se realizó de forma que pudiera “eludirse el preceptivo control de la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid”. Además, en el informe se dice que la entidad desembolsó más dinero que Banco Popular y Banco Sabadell en la compra de otras entidades en Miami.
En la resolución en la que Blesa era citado y notificada ayer por la mañana, el juez sostenía que, aunque no se desprenden “evidencias e indicios tan prolijamente” en esta compra como en la de la concesión del crédito a Marsans, “el Banco de España sí que ha visto conexidad”. Para eludir la cárcel Silva impuso a Miguel Blesa una fianza de 2,5 millones de euros. Manos Limpias había pedido para el exbanquero prisión eludible bajo fianza de 3 millones de euros.
El abogado del banquero, como es lógico, ha recusado al juez, mientras que el fiscal se ha opuesto a la fijación de la medida cautelar impuesta por Silva.
Además, la Oficina del Interventor de Divisas, OCC –siglas que corresponden a Office of the Comptroller of the Currency–, departamento independiente del Tesoro de Estados Unidos, reseñó “déficit muy relevantes en la supervisión del equipo directivo de la entidad, de cara a la debilidad económica general, sin que esté implantada estrategia viable de negocio”.
El consejo de administración del CNB está presidido por Luis Gabarda Durán, consejero delegado también de Cibeles Caja Madrid y que según el banco vive en Madrid, e integrado por el propio Jorge González –nacido en Miami y quien trabajó 20 años para el desaparecido Wachovia–.
La oficina americana también ponía de manifiesto el “alto y creciente riesgo estratégico”, es decir, explica el juez, “la escasa o nula capacidad de reacción”, de manera que la previsión de crecimiento propuesta por Caja Madrid para los años 2000-2014 “está seriamente desorientada, e ignora manifiestamente la atonía económica imperante”. Según justifica el juez, la compra del banco norteamericano por parte de Caja Madrid se hizo casi por el valor en libros de la entidad, pero teniendo en cuenta el deterioro del fondo de comercio del banco, la operación pudo acarrear a la caja unas pérdidas de 500 millones de euros, lo que considera que es un “precio irreal”.
El documento del supervisor señala también en su informe de 2010 que el ritmo de crecimiento propuesto por Caja Madrid para los ejercicios 2009 a 2014 estaba “seriamente desorientado” e ignoraba “manifiestamente la atonía económica imperante”.
La adquisición del 83% de City Bank of Florida contó con la aprobación por unanimidad del consejo de administración de Caja Madrid en abril de 2008.
Blesa acudió ayer al juzgado en calidad de imputado tras recibir la petición de Manos Limpias para interrogarle por estos hechos en el marco de la denuncia que presentó por el crédito concedido al expresidente de la CEOE y de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, por 26,6 millones de euros, en el que figuraba como “garantía” un holding empresarial que se encontraba en quiebra.
Cárcel de Soto Real
Pero al final el exbanquero ha salido del juzgado camino de la cárcel. La policía, de hecho, tomó ayer las huellas dactilares a Blesa, que ingresó en la prisión madrileña de Soto del Real, al no haber depositado la fianza al cierre de esta edición. En esta cárcel también está Gerardo Díaz Ferrán. Además, el magistrado ordenó la retirada del pasaporte del exbanquero ante el riesgo de fuga. El que fuera presidente de Caja Madrid desde 1996 hasta 2010 justificó la compra de CNB en noviembre, durante una comparecencia en el Congreso, argumentando que “el conocimiento del negocio en la región impulsó” la toma de esta decisión, inicialmente pensada como participación pero que, dos años más tarde, se convirtió en toma de control total.
Según el exbanquero, la operación se enmarcaba en una estrategia de “impulso” a la banca de negocios de la caja, así como de diversificación de sus fuentes de ingresos, “tanto en cuanto a su naturaleza jurídica como a su localización geográfica”.
La fianza solicitada por el magistrado –2,5 millones de euros– coincide casi con la indemnización que cobró Miguel Blesa cuando salió de la entidad madrileña en 2010. Entonces cobró 2,8 millones.
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