Rajoy condiciona todo pacto a respetar las reformas y el ajuste fiscal
Los sindicatos piden una renta mínima para hogares con ingresos inferiores a 532 euros al mes El Ejecutivo abre varias mesas de negociación con los agentes sociales
Los sindicatos llegaban con muchas expectativas a la reunión con el presidente del Ejecutivo. Diecisiete meses después de llegar al Gobierno, Rajoy citó por primera vez a los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, a una reunión para tratar de buscar puntos de encuentro en mitad de una crisis económica que amenaza con perpetuarse en España y que se extiende con rapidez al resto de socios europeos.
Bajo el brazo, los dirigentes sindicales trajeron un extenso documento con sus propuestas para salir de la crisis, que pasaban, entre otros puntos, por incrementar los ingresos fiscales a través de la lucha contra la evasión fiscal, la redistribución de la carga fiscal y la creación de una renta mínima garantizada para todos los ciudadanos. Pero, por encima de todos esos detalles, el documento reclamaba un cambio radical en la política económica del Gobierno, cuyo eje central ha sido el cumplimiento estricto del techo de déficit marcado desde Bruselas. “No es posible acomodarse a la idea de que en 2016 tendremos la misma tasa de paro que en 2012 y que todo el recorrido del ajuste fiscal solo ha servido para tener el mismo número de desempleados. Creo que merece la pena intentar otras cosas”. Ese fue el mensaje que le trasladó Fernández Toxo a Rajoy en la reunión y que el propio secretario general de CC OO hizo público tras el encuentro. La reclamación del fin de la austeridad y de la necesidad de estímulos, similar a la realizada la pasada semana por el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, se encontró con la misma respuesta negativa. “El Gobierno tiene un rumbo fijado y sabe lo que hay que hacer, aunque eso le suponga sufrir un desgaste”, remarcó Rajoy ante la insistencia de los periodistas por las razones para rechazar un pacto de Estado. “ No hay que dar tanta importancia a las palabras. Hay que fijarse objetivos realistas”, dijo.
El presidente del Ejecutivo detalló que los tres objetivos que persigue el Gobierno son crecer, crear empleo y mejorar el bienestar y para ello han planteado cinco líneas de actuación. La primera de ellas es el control del déficit, la piedra angular de la política económica de Rajoy, al que no piensa rechazar pese a las numerosas voces que claman por un viraje en las recetas de austeridad. “Hay asuntos en los que no estamos de acuerdo [en clara alusión a la consolidación fiscal]. No pasa nada. El Gobierno tiene que asumir sus responsabilidades. Es lógico que no se apoyen ese tipo de medidas, que suponen un desgaste”, recalcó con cierta ironía para criticar el escaso apoyo que el Ejecutivo ha recibido por parte de la oposición en leyes claves como la reforma laboral o para el cumplimiento del objetivo de déficit fijado en 2012, que obligó a un ajuste de 20.000 millones de euros. Y las diferencias, actualmente, son insalvables, tal y como apuntó el líder de UGT, Cándido Méndez. “Los asuntos capitales para el Gobierno son el crédito y Europa, mientras que los sindicatos creemos que es más importante abordar el déficit de protección social y la crisis de empleo”, aseguró.
Pese a la falta de acuerdo, Rajoy puso en valor el hecho de que se hayan alcanzado puntos de acuerdo en asuntos relacionados con la UE, la moderación salarial, el control de precios o la mejora de la financiación, para lo cual se van a abrir distintas mesas de negociación. “Desde ese punto de vista yo estoy contento”, apuntó. Algo que también va a ocurrir en materia de pensiones, en la que Rajoy dejó clara cuál es la hoja de ruta: el grupo de expertos elegidos para elaborar un informe sobre el factor de sostenibilidad presentará el informe a finales de mayo y a partir de esa fecha se remitirá a la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo para su debate en el Congreso. Al mismo tiempo se tratará en el ámbito tripartito con las organizaciones empresariales y sindicales.
Rajoy recordó que el Ejecutivo augura que el déficit de la Seguridad Social llegará al 1,4 % del PIB este año (14.000 millones) “Lo importante es un sistema que fije las reglas con claridad y suponga una garantía de las pensiones públicas en el futuro”, señaló.
Compromiso para limitar los precios públicos y salarios
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer su compromiso con los agentes sociales para limitar los precios públicos o regulados. Tras reunirse en la Moncloa con los representantes de sindicatos y empresarios, el jefe del Ejecutivo se mostró dispuesto a actuar con todas las “medidas e instrumentos a su alcance” para que los precios públicos o regulados sean limitados, un objetivo que Rajoy definió como “fundamental”.
Ypara ello utilizará la ley de desindexación (desvincular la actualización de los precios del IPC) que el Gobierno prevé aprobar en “las próximas semanas”. Rajoy confirmó además que estas medidas están en línea con la moderación de salarios y beneficios empresariales que patronal y los sindicatos acordaron en 2012 con el llamado II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. Un pacto sobre el que los agentes sociales confirmaron su voluntad de mantenerlo tras la reunión ayer en la Moncloa.
El acuerdo ya permitió que la subida salarial pactada en convenio en 2012 fuera la más baja de los últimos 30 años. Para 2014, el texto prevé que el alza retributiva tendrá una horquilla que se ajustará al ritmo de actividad de la economía y se potenciará que los salarios tengan una parte variable asociada a la marcha de la empresa.