Porsche, o la reinvención para un éxito que no ve techo
Un 4x4 y una berlina son claves para un mito de la automoción deportiva En el primer trimestre incrementó sus ventas en un 21%.
Cuando Ferdinand Porsche fundó una modesta compañía en el centro de Stuttgart, dedicada entonces al desarrollo y diseño de motores, no imaginaba que más de 80 años después su apellido iba a ser sinónimo de éxito y referencia empresarial en el sector del automóvil. Desde ese 1931 hasta 2013, pasando por 1948, cuando Porsche puso en la carretera su primer modelo, la historia del fabricante se ha desarrollado en una constante adaptación, para mantenerse entre los referentes de los fabricantes de superdeportivos. Pero ha sido en la última década cuando ha llegado su eclosión, coincidiendo con cierta renuncia a sus principios históricos. Y si eso lleva a facturar el doble, la historia pesa un poco menos.
El Cayenne, un 4x4, es el modelo más vendido de la marca
Los resultados del primer trimestre que ayer anunció la marca no hacen sino confirmar esa tendencia que parece no tener techo. Desde enero hasta marzo vendió 37.000 unidades, un 21% más que en el mismo periodo del año pasado. En 2012 entregó 143.096 unidades, un 22% más que en 2011, y un 164% más que diez años antes. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Lo último, que ahora Porsche pertenece a Volkswagen. Pero esto resulta anecdótico. Entonces, Porsche sólo vendía superdeportivos. En 2004, todo cambió.
Ruptura con el pasado
Si Ferdinand Porsche no sospechaba que su empresa iba a acabar facturando casi 14.000 millones al año, seguro que ni se le pasaba por la cabeza, ni a él ni a sus hijos, que iba a deber la mitad de esa cantidad a un todoterreno. A partir de 2004, Porsche ponía en circulación el Cayenne, un todoterreno de grandes dimensiones y que trataba de conservar el espíritu deportivo de la marca. Todo un experimento para un fabricante especializado en los superdeportivos de tracción trasera, más preocupados por el tamaño del motor y la extensión del cuentakilómetros que del maletero y la comodidad de los niños en los asientos traseros. Pero el tiempo no ha hecho sino dar la razón a una estrategia empresarial enfocada a la apertura de la oferta y de mercados.
Hoy, el Cayenne, en sus ocho versiones, supone el 54% de las ventas de Porsche. El 911, santo y seña de la marca que este año ha cumplido 50 años, no llega al 20%. Incluso ha sido superado por otro modelo que dio una vuelta de tuerca más a ese reposicionamiento de la marca:_el Porsche Panamera, su primera berlina que desde su lanzamiento en2009 haido adquiriendo peso hasta representar el 20% de las ventas totales.
También diésel
“No queremos saber nada de los motores diésel”. Esta frase la pronunció en 2005 el entonces consejero delegado de Porsche, Wendeling Wiedeking, quién también vaticinaba el fin de los coches con este tipo de motorización. En 2008, la marca presentaba el Cayenne diésel, el primero de la historia de Porsche, para después incorporarlo también al Panamara. Wiedeking se marchaba al año siguiente, aunque fue bajo su gestión cuando Porsche vivió su mayor expansión.
Ahora, con Mathias Muller al volante, María Sharapova como imagen, y bajo el manto del Grupo Volkswagen desde el año pasado, Porsche inicia una nueva etapa. También en lo tecnológico, ya que el próximo rento es lanzar su primer híbrido enchufable, el Panamera S-Hybrid. Todo, siendo la segunda marca del Grupo VAG que más facturación ha aportado en el trimestre. Y con una enorme presencia en China. Ferdinand Porsche seguiría sin dar crédito.