Comprar un coche nuevo puede costar hasta 5.000 euros menos
Los concesionarios ajustan más que nunca sus precios coincidiendo con el Plan PIVE II Pese a ello, se prevé otro marzo negativo para el sector
La depresión del mercado del automóvil en España ha llevado a ajustar más que nunca los precios de los vehículos. Los esfuerzos para mantener el sector con cierta actividad han llevado a un mercado en el que se puede adquirir un coche nuevo con un descuento superior a 5.000 euros, gracias por un lado a las ayudas oficiales canalizadas por el Plan PIVE II, y por otro, por las promociones de los puntos de venta.
Según los datos de la patronal de los concesionarios, Faconauto, los descuentos fijados por éstos se elevó en febrero al nivel más alto de siempre, con una media de 4.133 euros por coche sin contar las ayudas oficiales. Se trata de una cifra superior en casi un 40% a la del mes de febrero de 2012, y que establece el precio medio de cada vehículo en 18.734, un 8,4% menos que en el mismo período del año pasado. Una situación inédita, ya que con los anteriores programas de ayudas oficiales a la compra no se habían registrado repuntes en las promociones de los establecimientos. De hecho, hace apenas dos años estas promociones eran de la mitad de las actuales. Si la comparación se hace con el año 2007, el aumento promocional es del 84% a finales del ejercicio 2012. Determinados modelos a estrenar pueden llegar a adquirirse por debajo de los 5.000 euros.
El esfuerzo de los concesionarios
Rentabilidad: de media se encuentra en el entorno del -1%.
Promoción: los 4.133 euros por coche sin ayudas oficiales suponen un 40% más que en febrero de 2012.
Mercado: sigue a la baja y se prevé que marzo cierre con nuevos descensos de las ventas.
Cierres: un tercio de los concesionarios ha cerrado desde 2007.
Los concesionarios son quizá el eslabón que más ha sido castigado por la depresión del mercado del automóvil. Un tercio de los establecimientos que estaban abiertos en 2007 había cerrado en 2012. Con el aumento de las promociones, tratan de estimular las visitas a los concesionarios y mantener un cierto grado de actividad. Y, por supuesto, la compra de vehículos nuevos, lo que también afecta a su propia salud económica. La rentabilidad de los concesionarios españoles se sitúa en el entorno del -1%, por lo que siguen perdiendo dinero con las ventas. Solo los concesionarios de Volkswagen y Toyota tienen una rentabilidad positiva. Un rendimiento económico que también se ve afectado por la caída de los servicios postventa. En este sentido,la Asociación Nacionalde Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) ha venido reclamando en las últimas semanas la aprobación de un plan integral que devuelva la actividad a estos servicios.
El esfuerzo promocional de los concesionarios, que ya fue elevado el año pasado, ha tocado techo según aseguran desde Faconauto, ya que no hay más margen para seguir ajustando los precios. Desde la patronal aseguran que el mantenimiento de las promociones en estos altos niveles durante 2013 y 2014, años en los que se prevé que el mercado no se recupere de forma destacable, hará económicamente insostenible una red de concesionarios ya adaptada, a base de cierres y despidos, a la nueva realidad del mercado, y que no podrán seguir perdiendo dinero con cada venta. Algunos fabricantes, como Audi o Seat, han hecho público que su prioridad es hacer rentables sus redes de ventas.
1.200 reservas del PIMA
Pese a estos estos estímulos, que llevaron a un repunte del tráfico en los concesionarios del 32% y de los pedidos de un 42% en febrero, se prevé que marzo cierre con otra caída de las ventas, influidas por los tres días festivos que componen el mes.
El otro plan de estímulo ideado por el Gobierno, el PIMA Aire dirigido a vehículos comerciales, ha recibido 1.181 reservas en sus primeros quince días de funcionamiento, dos millones de euros de los 38 totales.
Los fabricantes, pendientes de Europa y Japón
La Comisión Europea hizo oficial el martes el inicio de las negociaciones con Japón para un acuerdo de libre comercio, una intención que ya había anunciado el verano pasado y que a partir de ahora comienza a adquirir forma. El objetivo es eliminar las barreras arancelarias en materia comercial, que facilite la importación y exportación de bienes y también la inversión entre ambas zonas. Según la Comisión, siempre dada a las previsiones, un acuerdo impulsaría el PIB de la Unión Europea entre un 0,6% y un 0,8%, con un aumento de las exportaciones del 32,7% y con la creación de 400.000 puestos de trabajo.
La Asociación de Fabricantes europeos de automóviles, ACEA, que aglutina a quince de las principales compañías del sector con intereses a nivel mundial, se ha mostrado “muy a favor de un acuerdo de libre comercio que de oportunidades reales para la exportación”. Sin embargo, su secretario general, Ivan Hodac, también mostró sus reservas, al cuestionar su “potencial real para crear suficientes oportunidades a los exportadores europeos que igualen el gran acceso que tienen los fabricantes japoneses a la UE”. Según la asociación, Japón impone restricciones a nivel nacional para la llegada de vehículos europeos, que se añaden al coste de la importaciones, por lo que resultan poco atractivos para este mercado. “El coche europeo está entre los más seguros y limpios del mundo. No hay razón por la que un coche que vale para los clientes europeos no valga para los japoneses”.
La ACEA pide que se eliminen totalmente los aranceles en el sector del automóvil y que Japón revise los privilegios fiscales de los que disfrutan sus vehículos de pequeño tamaño y que impiden que los fabricantes europeos “compitan en igualdad de condiciones”.