Botín respalda a Sáenz ante la junta de Santander
El presidente de Banco Santander defiende la permanencia de su número dos en el cargo El Tribunal Supremo asumió que no podría continuar ejerciendo pese al indulto penal.
No ha tardado. El segundo accionista en intervenir en la junta de Banco Santander ha hecho referencia al gran elefante sentado en la sala poniendo en cuestión la posibilidad de que el consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, siga en el cargo después de que el Tribunal Supremo se pronunciara sobre su indulto, indicando que si bien este le permitía evitar penas, no invalidaba el mandato de inhabilitación para ejercer el negocio bancario.
Saltándose el protocolo, por el que el presidente de la entidad había anunciado que contestaría a todos los intervinientes una vez concluidas todas las preguntas, Emilio Botín ha contestado directamente al accionista para defender con rotundidad a su número dos.
“Tenemos informes terminantes de que no hay ningún elemento legal para que nuestro consejero delegado no siga ejerciendo sus funciones”, ha anunciado, a lo que la mayoría de los presentes en la junta ha respondido con una ovación cerrada.
“Además quiero decirle que Alfredo Sáenz ha desarrollado una magnífica labor en todos los años que ha estado con nosotros y que el consejo le ha ratificado toda su confianza”, ha concluido.
Pese a que el siguiente accionista en intervenir ha vuelto a incidir en esta materia, señalando la “mala publicidad” que supone para Banco Santander tener como consejero delegado a una persona condenada y cuyo indulto ha sido puesto en duda, Botín ha dado por contestada su pregunta con la intervención anterior.
El turno de los accionistas, en todo caso, acaba de comenzar. Es de esperar que el tema vuelva a salir a la palestra. Las respuestas eso sí, no parece que vayan a ir más allá.
Sáenz fue condenado por delitos de presentación de una acusación falsa y de estafa procesal, que cometió cuando era presidente de Banesto, al presentar una querella por estafa y alzamiento de bienes contra cuatro empresarios que, siendo inocentes, fueron detenidos y enviados a prisión. La querella fue utilizado para presionar el cobro de una deuda.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero indultó a Sáenz de su condena prácticamente como última decisión del Gobierno. Sin embargo, pese a que la potestad del Ejecutivo le libera de su carga penal, el Supremo ha manifestado que este poder no afecta a la inhabilitación del consejero delegado para seguir ejerciendo su labor.