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Barclays abre la puerta a posibles bajadas

Italia desplaza a España de la diana de las agencias de calificación

Fitch, Moody's y S&P tienen al país transalpino bajo la lupa Esperan el desenlace sobre la formación de Gobierno

Después de la tormenta desatada a comienzos de la semana pasada por las noticias que llegaban desde Italia, la calma parece haberse instalado en Europa. Los mercados intentan recuperarse del varapalo sufrido el pasado 26 de febrero cuando se confirmó lo que muchos temían: la coalición de Pier Luigi Bersani no había conseguido los votos suficientes para hacerse con el control de ambas cámaras. Sin embargo, puede que las alertas no tarden en dispararse de nuevo.

Las malas noticias podrían venir de la mano de las controvertidas agencias de calificación. Si los dirigentes italianos no consiguen ponerse de acuerdo en los próximos días para formar un gobierno que continúe la senda reformista, Moody’s, S&P o Fitch podrían darle la puntilla. Ahora están más pendientes de Italia que de España.

La inestabilidad política y su efecto en el programa económico son vistas por estas agencias como los principales riesgos de Italia. La pérdida de competitividad que ha acompañado al país transalpino en la última década ha sido una de las razones que han amenazado su crecimiento. A la maltrecha situación del país, que junto a España ha sido uno de los más castigados en el pasado año, hay que sumarle la complejidad de una política que, como ha quedado patente en estas elecciones, cada vez se encuentra más alejada de los ciudadanos.

Si Italia no llega a un acuerdo en el corto plazo, tal y como reclaman desde Bruselas, S&P podría ser la primera en mover ficha. La última valoración emitida por la firma data de enero de 2012. Hace ya un año la agencia puso en perspectiva negativa la calificación del país al que otorga un rating de BBB+. Entre las razones esgrimidas para apoyar su afirmación se encontraba el riesgo de implementación de las reformas estructurales. Y detrás de ese riesgo se hallaba la famosa inestabilidad política. Según lo recogido por Barclays en su informe sobre cuáles son los escenarios que se dibujaban para Italia, la casa de análisis mencionaba la importancia que representaba para S&P que el nuevo gobierno contase con la mayoría tanto en la cámara de Diputados como en el Senado. Y es que el control del Parlamento es una condición indispensable para la aprobación de las medidas debido a que el sistema bicameral italiano otorga un poder significativo a la cámara territorial. El Senado, en el que Berlusconi ha vuelto a erigirse como el dirigente más poderoso, puede llegar a bloquear muchas de las iniciativas propuestas por el Ejecutivo.

Moody´s, al igual que S&P, ve la inestabilidad política como el principal riesgo que ponga freno a las reformas y recortes acordados por Mario Monti con la Comisión Europea. La agencia sitúa la nota de Italia en Baa2 con perspectiva negativa de acuerdo a los últimos movimientos efectuados en julio de 2012.

Por su parte, la tercera en discordia (Fitch) también puso, el pasado mes de noviembre, en perspectiva negativa la calificación de Italia y estableció su nota en A- a la espera de conocer el desenlace de unas elecciones en la que los votantes han castigado con dureza las fuerzas europeístas y se han decantado por formaciones que incluyen entre su programa la posible salida del euro.

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