El máximo histórico del Dow impulsa al Ibex un 2,15%
El índice español cierra en los 8.423,3 puntos El neoyorquino recupera niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers
El máximo histórico alcanzado por el índice Dow Jones, que ha recuperado los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers, ha impulsado al conjunto de las Bolsas europeas y ha llevado al Ibex sobre los 8.400 puntos, tras un alza del 2,15%. El mercado olvida la inestabilidad creada desde Italia y centra su atención ahora en el compromiso de la Fed con el crecimiento económico para apuntalar los avances.
La inquietud que había llegado a sembrar en el mercado bursátil el resultado electoral en Italia, que amenaza con un país ingobernable, ha quedado arrinconada por la solidez que muestra Wall Street, donde la cosecha de resultados empresariales y el apoyo que brinda la Fed con su apuesta por el crecimiento están alimentando las subidas. Europa toma nota, a pesar de que la realidad estadounidense también ofrezca argumentos para la duda. Después de todo, la mayor economía del mundo debe encajar las consecuencias del denominado secuestro presupuestario, después de que republicanos y demócratas no se hayan puesto de acuerdo sobre los presupuestos y se haya activado de forma automática un recorte que restará entre un 0,.5% y un 1% del PIB en los próximos 18 meses. A esto se suma además la proximidad del techo de deuda, que augura próximas jornadas de duras negociaciones en el Capitolio. Y desde el frente europeo, las dudas sobre qué consecuencias tendrá el caos político en que vive Italia persisten, aunque se hayan mitigado en el mercado.
La verdadera razón que prolonga los avances bursátiles a pesar de la fragilidad económica y después de siete meses de avances es el respaldo que los inversores han encontrado en la Reserva Federal y en el Banco Central Europeo. Draghi impulsó un rally que dura desde agosto gracias a su disposición a comprar deuda soberana en el mercado a cambio de la petición de un rescate que no ha sido necesario solicitar para que los inversores hayan establecido ya un suelo para los bonos de la periferia europea. El pararrayos diseñado por Draghi ha resistido estos días la volatilidad creada por el resultado electoral italiano, que si bien introduce dosis de incertidumbre no lleva a pensar a los inversores en el regreso de un escenario tan crudo como el de 2011 o 2012, en que se temía por la propia superviviencia del euro.
Y desde Estados Unidos, la voluntad mostrada por Ben Bernanke de no interrumpir los programas de estímulo de forma precipitada y prolongarlos hasta consolidar la recuperación económica es también el alimento para las subidas. “Las Bolsas americanas se han vuelto completamente adictas a las rondas de estímulos monetarios y las expectativas sobre su continuidad son el principal catalizador de las cotizaciones”, explica daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets.
En este contexto, el Dow Jones marcó hoy un nuevo récord histórico al superar los 14.200 puntos, con lo que recupera los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers. La hazaña del índice industrial neoyorquino propició un alza del Ibex del 2,15%, la tercera mayor en el año, hasta los 8.423,3 puntos, compartida con el resto de Bolsas europeas. El Dax subió el 2,32%, el Eurostoxx el 2,41%, el Ftse, el 1,36% y el Cac, el 2,09%. A diferencia de Wall Street, las Bolsas europeas aún no han recuperado niveles previos a Lehman y cotizan todavía lejos de sus máximos históricos. En concreto, el Ibex aún está un 47% por debajo del récord de noviembre de 2007 y el Dax y el Eurostoxx aún pierden el 2,9% y 41% desde niveles de julio de ese año.
Junto a la expectativa permanente de subidas en que se han convertido los bancos centrales, y de la que ahora también toma parte el Banco de Japón, las Bolsas también disfrutaron hoy de la fortaleza de China. Su gobierno confirmó la previsión de crecimiento del PIB del 7,5% para este año. Además, Estados Unidos publicó el indicador del sector servicios, que ha marcado en febrero su mejor nivel en doce meses.
En el mercado de deuda, el bono español a diez años sigue rozando el 5% de rentabilidad, un nivel que se resiste a perforar, mientras que la prima de riesgo ha quedado en los 359,2 puntos básicos.