Los coches de lujo apuestan por las energías limpias
vehículos. Nada que ver con los centenares de modelos que desfilan en la que hoy es una cita de referencia mundial. Cuentan desde la organización del evento que en aquella primera ocasión, siendo el automóvil un artefacto que apenas arrancaba a producirse en cadena, no todos los coches usaban las mismas fuentes de energía para propulsarse: los había con motor de gasolina o los que se alimentaban de una versión rudimentaria de etanol... Incluso alguno llevaba baterías eléctricas.
Este último tipo de energía ha estado siempre presente en la historia de la automoción. Rápidamente desdeñados en sus orígenes para su fabricación en serie por su entonces alto coste, especialmente comparado con los bajos precios del crudo de principios de siglo, los motores eléctricos en realidad nunca han dejado de producirse. Ha sido en los últimos años, sin embargo, cuando la tecnología ha permitido desarrollar baterías con la suficiente autonomía como para que los motores de gasolina empiecen a temer por su futuro. Ya no hablamos de prototipos futuristas, que los hay, sino de coches de apariencia normal.
De la pasarela, ¿a circular por la calle?
La presentación de prototipos innovadores y de líneas muy futuristas es uno de los grandes atractivos de cualquier salón de la automoción. Rara vez acaban viéndose luego en la calle, aunque lo que sí hacen es aportar ideas y tecnología a los modelos que se pasan a producir en cadena.
Los motores eléctricos y los híbridos cada vez tienen más presencia en estos certámenes. No en vano, una de las grandes carreras tecnológicas del sector se centra ahora en desarrollar motores eléctricos lo más potentes y autónomos posibles, con baterías de alta capacidad y de recarga rápida.
Honda acaba de presentar en el Salón del Automóvil de Chicago el EV-Ster Concept, un deportivo completamente eléctrico y construido con materiales ultraligeros y con una autonomía de 160 kilómetros gracias a una batería de litio que permite conducir durante seis horas seguidas sin recargar. Alcanza los 160 km/h y pasa de 0 a 100 km/h en ocho segundos.
En la misma línea, aunque con una autonomía inferior, se mueve el BMW i8 Concept, capaz de circular durante 35 kilómetros con su motor eléctrico.
Las marcas de alta gama no han sido indiferentes a este desarrollo. La casa británica Rolls-Royce, todo un símbolo del lujo sobre ruedas, presentó el año pasado el 102EX Experimental Electric, un modelo que se asemeja a su mítico Phantom pero que se alimenta de energía eléctrica (20 horas de carga). Incluso ha nacido recientemente (2007) una firma que solo produce modelos eléctricos e híbridos: la estadounidense Fisker, que ensambla sus vehículos en la misma planta finlandesa en la que se montan los Porsche Cayenne y Boxter.
En la última edición del Salón de Chicago, que terminó el lunes, se ha podido ver a través de algunos ejemplos que lujo y ecología no tienen por qué estar reñidos.
La firma americana Cadillac ha presentado el ELR 2014, un modelo de líneas agresivas y que cuenta con el lujo que es habitual en la marca (tapicería de cuero, interiores de diseño, etcétera). Combina su motor eléctrico, que tiene una autonomía de 35 millas (unos 56 kilómetros), con uno de gasolina. Chevrolet ha hecho lo propio con su Volt, modelo que tiene unas baterías de idéntica capacidad que el Cadillac ELR 2014. La solución híbrida la han explorado también en Europa marcas como BMW (hay tres modelos de su Active Hybrid) o Mercedes (S400, ML 450 y E400).
Tesla, por su parte, comercializa desde el año pasado el primer sedán de corazón eléctrico: su modelo S. ¿Tienen futuro los vehículos eléctricos? ¿Acabarán los híbridos comiéndose el mercado?_Difícil saberlo todavía. Las marcas de lujo, por lo pronto, ya han movido ficha.