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Directivos

El dinero negro decide invertir en Bolsa

Tras los atentados del 11 de septiembre, todos los países vigilan los movimientos de cualquier suma por encima de los 10.000 euros para controlar la financiación de los grupos terroristas. Esto afecta a las mafias internacionales, que se preguntan qué hacer con su dinero negro. "Pues han decidido comprar en Bolsa", afirma Alain Juillet, exresponsable de los servicios de inteligencia económica de Francia. "El problema es que muchas empresas se van a encontrar con organizaciones ilegales dentro de sus negocios. Y si la mafia toma la compañía, va a utilizar sus viejos métodos. No es un caso aislado, la SEC [supervisor del mercado en EE UU] está arrestando banqueros y operadores cada semana por esta razón".

Esta reflexión la hacía Juillet, actual presidente de la Academia de Inteligencia Competitiva de Francia (una institución privada), en una conferencia magistral en Madrid. Acudía a la capital de España para participar en la presentación del primer posgrado en Inteligencia Competitiva y de Marketing, puesto en marcha por la escuela de negocios ESIC. En este evento se evidenció la importancia para las empresas de conocer la información sobre el mercado, sobre sus rivales, cómo analizar los múltiples datos, garantizar la seguridad de su estrategia, la contrainteligencia o cómo influir en autoridades o en la opinión pública.

Para Juillet, que además ha ocupado importantes puestos directivos en diferentes empresas, el primer paso es hacerse con toda la información. Incluso de la cultura de los mercados donde se trabaja. "¿Sabe por qué Francia perdió contratos en Arabia Saudí y Emiratos? La tradición de los beduinos del desierto dice que la confianza y el trato como hermanos se da por la noche. Y nuestro presidente, cada vez que le invitaban a cenar, lo rechazaba porque no le gustaba dormir fuera de Francia", pone como ejemplo con cierta sorna.

Conocer los otros mercados es importante, según Juillet, porque el mundo se encamina a tener una docena de polos económicos y "los europeos y americanos ya no podremos imponer nuestras costumbres y reglas".

"Hemos pasado de tensiones políticas a económicas. El futuro de nuestra nación depende de la economía". Beatriz Méndez de Vigo, CNI

"Lo fácil es la obtención de la información. Lo difícil es procesarla y analizarla". Fernando Velasco, Universidad Rey Juan Carlos

"Hay que utilizar la inteligencia competitiva dentro de las grandes y de las pequeñas compañías". Pablo López Tenorio, Esic

"El Estado tiene que apoyar a sus empresas en sectores estratégicos". Alain Juillet, Academia de Inteligencia Competitiva de Francia

"Lo fácil es la obtención de la información. Lo difícil es procesarla y analizarla", asegura Fernando Velasco, director de la cátedra de Servicios de Inteligencia de la Universidad Rey Juan Carlos. Este profesor explica la importancia de la inteligencia competitiva (o aplicada al mundo de la economía y empresas) y su integración con el marketing para tener herramientas con las que hacer frente a "riesgos y amenazas" y poner en marcha "sistemas de prevención, de alerta y análisis".

Los alumnos de este curso especializado, cuenta Pablo López Tenorio, director del máster en Marketing Science de ESIC, aprenderán a utilizar las herramientas tecnológicas disponibles para analizar los muchos datos que pueden llegar a una compañía: "Hay que usar la inteligencia competitiva dentro de la empresa, tanto en grandes como en pequeñas". "La inteligencia económica es una parte del marketing pero elevada a la potencia 100, porque hablamos del mundo entero", señala Juillet. Además, advierte que los servicios secretos tienen estimado que el 20% de la información que llega a una persona o a una empresa es falsa, por lo que habrá que verificar y "tener capacidad de duda".

Otro de los problemas es la seguridad de los datos y que la información comprometida viaje a los competidores. En la captura de información sensible o maniobras ilegales, como pueda ser la actuación de grupos mafiosos, tienen un papel los servicios de inteligencia. Pero también en el cuidado de industrias estratégicas. El Centro Nacional de Inteligencia, como recuerda Beatriz Méndez de Vigo, su secretaria general, tiene como una de sus misiones "la obtención de información estratégica en materia económica para ponerla a disposición del Gobierno y para facilitar la toma de decisiones". La Estrategia de Seguridad vigente, de 2011, establece como una de las amenazas para el Estado la inseguridad económica y financiera.

"El futuro de nuestra nación está unido al futuro de la economía. Hemos pasado de tensiones internacionales en el terreno político al económico", asegura Méndez de Vigo. Eso implica una relación entre el CNI y el sector privado. "Hay relación activa entre el CNI y las empresas. Por el bien común", señala Velasco, "y es que la crisis económica produce muchas más catástrofes que un atentado terrorista". También así opina Juillet: "El Estado tiene que apoyar a sus empresas en sectores estratégicos porque emplean a mucha gente".

"Las amenazas son muchas, como la fuga de información o cómo influir en la opinión", asegura el profesor Velasco. Influencia. Esa es otra de las palabras claves para el exjefe de espías francés. "Las normas internacionales normalmente se han elaborado por consenso. Pero hay países que quieren imponer su visión. EE UU, por ejemplo, con los dominios de internet. O China quiere imponerse en el caso de los móviles, porque es el mayor fabricante y el que más usuarios tiene. Si lo consigue, no se volverá a hacer un móvil fuera de China". Pero las técnicas de influencia para atacar al competidor van más allá, apunta Juillet, desde perspectivas más sutiles: "Desde una campaña de una ONG, ya que el 70% está financiada por empresas, contra una compañía o un ataque contra el presidente de una compañía".

El directivo que hablaba demasiado

Según el exresponsable de la inteligencia económica de Francia, una empresa puede sufrir ataques a través de sus directivos de varias formas. Es el caso del expresidente de BP, Tony Hayward, que sufrió "una campaña muy importante", asegura. Tras el escape y vertido en un pozo de la petrolera británica en el golfo de México, el ejecutivo tuvo que dimitir tras publicarse unas imágenes suyas en una regata en la Isla de Wright cuatro meses después del accidente y desastre ambiental. "BP ya había puesto los medios para solucionarlo. Era fin de semana, ¿qué más podía hacer?", se pregunta Juillet, quien explica que los periodistas y las ONG en ocasiones son utilizados para influir en la opinión pública sobre una empresa.

También alerta de la fuga de información. "Estamos en una sociedad en la que se cuenta todo. Es difícil que la gente no comente", apunta sobre la importancia de instruir al directivo que habla demasiado. Pero va más allá. Alerta de una práctica poco ética de algunas empresas. "Llaman a un headhunter [cazatalentos] para simular un proceso de contratación. Convocan a tres o cuatro directivos de la competencia para obtener datos de los competidores y luego no contratan a nadie. He visto que ha ocurrido en toda Europa. Hay que enseñar a los ejecutivos que cada uno tiene una responsabilidad con el futuro de la empresa".

Arcelor no escuchó las advertencias

Los servicios de inteligencia también ofrecen ayuda a las empresas de sectores que consideran estratégicos para el país. Alain Juillet cuenta un caso que vivió en primera persona cuando era Alto Comisionado para la Inteligencia Económica del Gobierno de Francia. Según su versión, ya contada en medios franceses, la inteligencia de la República conoció que un inversor estaba comprando pequeñas participaciones de Arcelor, empresas con factorías en el país y en España, a través de sociedades. "Fuimos al despacho del presidente de Arcelor. Le explicamos que había peligro de opa. Se rió y nos dijo que él era el líder en Europa y que nadie se iba a atrever".

A los pocos meses descubrieron que el magnate indio Lakshmi Mittal celebraba una boda de lujo, la de su hija, en el palacio de Versalles. "Entonces comprendimos quién estaba interesado en la compra de Arcelor. Era Mittal. Fuimos de nuevo a ver al presidente de la compañía y volvió a soltar una carcajada. Nos dijo que era imposible, que la empresa de Mittal era demasiado pequeña".

Poco a poco fueron descubriendo el contexto de la operación. Mittal se enfrentaba a problemas en India por polución de sus fábricas, China había expulsado a su compañía del país como medida proteccionista y el Gobierno británico apoyaba la operación. "Luego se supo que Mittal había donado dinero a la campaña de Tony Blair".

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