Alemania anuncia un "robusto" crecimiento de su economía este año
El Ejecutivo alemán confirmó ayer el enfriamiento de la primera economía de la zona euro, que tan solo creció un 0,75% en 2012, según las primeras estimaciones. El ministro de Economía, Philipp Rösler, vaticinó un "robusto" crecimiento para este año en medio de las críticas de los analistas germanos, que piden un giro radical en la política de austeridad en la zona euro.
La economía alemana creció un 0,75% anual en 2012, según cifras provisionales avanzadas ayer por el Gobierno de Berlín, tras cerrarse el cuarto trimestre bajo el signo de la debilidad coyuntural.
El ministro de Economía, Philipp Rösler, avanzó este cálculo, al tiempo que aseguró vislumbrar "señales positivas" de cara a 2013. De hecho aseguró que la economía de este país experimentará un "robusto" crecimiento a lo largo de 2013, "a pesar del actual periodo de debilidad, que será sólo temporal".
Los esfuerzos comunes contra la crisis del endeudamiento en la zona euro "están dando frutos", a juicio del titular alemán de Economía, por lo que es de esperar que se supere la actual situación de debilidad transitoria. Rösler consideró asimismo que la contención inversora de la industria alemana es un fenómeno "pasajero", fruto de una debilidad también "temporal", por lo que se espera también en ese aspecto una recuperación.
Según las cifras difundidas en diciembre por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), la economía alemana creció apenas un 0,2 % en el tercer trimestre de 2012, como consecuencia de la debilidad experimentada por la gran mayoría de los socios de la zona euro, a los que destina una gran parte de sus exportaciones.
El diagnóstico optimista del Ejecutivo alemán, sin embargo, no es compartido por los expertos del Instituto de Macroeconomía y Estudios Coyunturales, cuya sede central se encuentra en Dusseldorf. Los analistas de este servicio de estudios recomendaron ayer un cambio radical de estrategia para hacer frente a la crisis del euro y su director, Gustav Horn, aseguró que la receta de austeridad a toda costa impuesto por la canciller alemana, Angela Merkel, ha fracasado. "Los gobiernos europeos llevan dos años tratando de salir de la crisis a través del ahorro. Eso no ha funcionado. Por el contrario, cada vez más países caen en la recesión, lo que lleva a un aumento de la deuda", dijo Horn durante la presentación de un estudio del IMK sobre la crisis del euro.
El fracaso de la estrategia de austeridad, según Horn, se debe a que muchos expertos de la UE subestimaron el efecto negativo de las medidas de ahorro sobre la economía. Así lo reconoció la semana pasada el economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard, en un documento técnico en el que apuntaba que para la confección de sus previsiones utilizaron multiplicadores fiscales de 0,5 (esto significa que por cada dólar en el que se ajustaran los Presupuestos de una nación el coste para la economía sería de medio dólar), cuando la cifra real que ha surgido tras varios años de crisis es de 1,5 euros, el triple de lo estimado inicialmente.
En consecuencia, el director del Instituto de Macroeconomía de Dusseldorf no se mostró sorprendido por el hecho de que los duros recortes aplicados en los países en crisis no hayan llevado al éxito. "No se debe a que la consolidación no haya sido suficientemente rigurosa, sino es la consecuencia de un curso de austeridad que va contra sus propios objetivos", agregó.
En este escenario, Horn expuso un plan con tres ejes principales dedicados a los países que más deberes tienen que hacer en materia de consolidación fiscal: una moderación del ahorro, una flexibilización del calendario de consolidación fiscal para ajustar los plazos a la recesión y un menor recurso a los recortes presupuestarios que a las alzas de impuestos en la parte correspondiente a salarios y patrimonios. Además, recomendó que en los países que pueden permitírselo, entre ellos Alemania, se den estímulos fiscales al crecimiento y a la demanda.