_
_
_
_
Breakingviews
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bancos británicos y crédito disponible

Los bancos británicos están teniendo un feliz año. Los datos del último trimestre sugieren que las entidades están dando más crédito, lo que implica que el "Programa de financiación para préstamos" (FLS por sus siglas en inglés) del Banco de Inglaterra (BoE) está funcionando. Pero los números no demuestran que este último intento de impulsar el moribundo escenario crediticio del país vaya a ser una revolución.

El FLS permite a los bancos acceder a financiación a un coste cercano al 1% si aumentan o mantienen el tamaño de su cartera de crédito. El BoE no ha revelado cuántos bancos lo usaron en los últimos tres meses, pero los propios bancos afirman que está ayudando. Después de ir a peor en los primeros tres trimestres de 2012, el precio y disponibilidad del crédito a familias y empresas mejoró mucho en el último.

Sin embargo, el balance de los préstamos pendientes de pago en el Reino Unido no está subiendo. El crédito garantizado a individuos se redujo en 200 millones de libras en noviembre, mientras que el crédito neto a empresas cayó en 2.000 millones. Aunque los hogares y empresas estuviesen asegurando crédito más barato, parecen estar usando en su mayoría los fondos para devolver deuda más cara o para construir reservas de efectivo. Las empresas más necesitadas de crédito, aquellas con un volumen de negocio inferior al millón de libras, no están encontrando créditos baratos.

Eso no convierte al FLS en una pérdida de tiempo, incluso su los fondos baratos no están animando al crédito inmediatamente o directamente. Los efectos indirectos podrían ser significativos. Los costes de financiación más bajos deberían traer un mayor beneficio, proporcionando un impulso al capital que debería permitir dar más crédito. Y, en teoría, la disponibilidad de crédito barato mejorará la confianza entre los clientes.

Pero este círculo vicioso de crecimiento no empezará hasta que los hogares y las empresas decidan que las perspectivas en la economía doméstica son lo suficientemente prometedoras para invertir. Si el FLS no proporciona el empujón a la confianza, el gobierno tendrá que encontrar otras maneras de estimular la economía.

Archivado En

_
_