La austeridad devora a Europa
Los gobiernos de la eurozona saben por ahora que no alcanzarán sus objetivos de déficit el año que viene pese a sus considerables esfuerzos. Tras las previsiones del FMI y la UE de hace unas semanas, la OCDE ha confirmado la estupidez de su obsesión por el objetivo. Si la austeridad crea el problema, ¿cómo podrá solucionarlo más austeridad?
Los números de OCDE muestran que España, Italia, Francia y Portugal no podrán reducir sus déficits fiscales como sus gobiernos se habían comprometido. Ahora es importante que los responsables políticos entiendan la razón de los desvíos. Los objetivos no se perderán debido a que los gobiernos ignoren sus promesas y gasten irresponsablemente. Todo lo contrario. Los gobiernos del sur de Europa están llevando a cabo sus ambiciosos objetivos de austeridad. En España, por ejemplo, las alzas de impuestos y los recortes en el gasto se suman a una consolidación del 3,3% del PIB en los próximos dos años.
La razón principal de las futuras desviaciones es que las perspectivas de crecimiento son peores de las previstas. La eurozona está soportando una nueva recesión que daña los ingresos fiscales y eleva los gastos sociales. Los gobiernos deben aceptar esto, como señala la OCDE. Los intentos de luchar contra los déficits con más austeridad solo pueden elevar los problemas fiscales. Europa ha llegado a un punto en el que la austeriad se ha convertido en dañina.
La consolidación fiscal excesiva es de hecho una de las razones principales de la falta de crecimiento, como muestran el FMI y la OCDE. Aún peor: en el actual entorno económico, los recortes en el gasto y las alzas de impuestos serán aún más dañinas para el crecimiento que en las épocas de normalidad, debido a tres razones: la política monetaria tradicional ha seguido su curso; un número de gobiernos están consolidando a la vez, y los bancos están limitando el crédito al sector privado.
En otras palabras, la única forma para que Europa cumpla con sus objetivos fiscales es ignorándolos.