Barclays se repliega en España
El grupo Barclays se blinda contra los problemas de la economía española. La entidad ha reducido al mínimo las necesidades de financiación de su filial bancaria y ha vendido activos corporativos.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, Barclays señala que una de las estrategias adoptadas en los últimos meses es la "reducción de su exposición a los países periféricos de la Eurozona". El banco explica que durante el tercer trimestre ha logrado compensar la brecha de financiación que presentaba la filial española, al pasar de 2.500 millones de libras (3.100 millones de euros), a tan solo 100 millones de libras (124 millones de euros). Para lograrlo, la entidad ha promovido la captación de depósitos, y reducido la concesión de créditos.
Además, la entidad británica también explica a sus inversores y al mercado que en los últimos meses ha reducido un 15% su exposición a deuda soberana periférica, y un 19% su cartera de créditos a grandes empresas en Italia, España y Portual.
Resultados del grupo
El beneficio después de impuestos de Barclays hasta septiembre fue de 4.167 millones de libras (unos 5.167 millones de euros), frente a los 3.868 millones de libras (unos 4.796 millones de euros) en el mismo periodo del año anterior (+8%).
Su beneficio bruto aumentó aún más, un 18 %, hasta alcanzar los 5.954 millones de libras (unos 7.382 millones de euros) en los nueve meses frente a los 5.062 millones de libras (unos 6.276 millones de euros) entre enero-septiembre de 2011. Los ingresos del Barclays subieron un 1%, hasta 19.690 millones de libras.
En cuanto a su poderoso brazo de inversión, el Barclays Capital registró un aumento del 19 % en sus beneficios antes de impuestos hasta 3.205 millones de libras (unos 3.974 millones de euros) en los nueve meses.
Según indica, el rendimiento del banco sigue afectado por la actual situación económica de desafío, por lo que es "cauteloso" en los lugares donde opera y está centrado en el control de costes. El nuevo consejero delegado del Barclays, Antony Jenkins, insistió hoy en que el banco marcha bien pero admitió que tiene "mucho por hacer" para "restablecer la confianza entre nuestros accionistas" tras el escándalo del Líbor.
La entidad bancaria fue multada este año con 290 millones de libras (unos 359 millones de euros) por los organismos reguladores del Reino Unido y EE UU por manipular el Libor -tipo de interés interbancario fijado diariamente en Londres- y su equivalente europeo, el Euríbor, entre 2005 y 2009.
El escándalo del Libor causó una gran conmoción en el Reino Unido y forzó el pasado julio la dimisión de su entonces consejero delegado, Bob Diamond, y su presidente, Marcus Agius.