Popular opta por la solución individual
El déficit de capital detectado por el informe de Oliver Wyman en el Banco Popular (3.223 millones de euros en el escenario más extremo) ha puesto en marcha de inmediato los mecanismos de defensa de la entidad. Reunido de urgencia, el consejo de administración tomó, en la tarde del domingo, la determinación de hacer cuantos esfuerzos sean precisos para mantener la independencia de una entidad que tiene uno de los núcleos duros de accionistas más importantes de todos los bancos sistémicos de Europa. Hasta ahora, el Popular -que había acumulado riesgo inmobiliario- había esquivado la ampliación de capital y sorteado las exigencias cambiantes y crecientemente exigentes de la regulación con la limitación en el reparto de dividendos y la fusión con Banco Pastor. Ahora hará una macroampliación de hasta 2.500 millones, dos tercios largos de su valor en Bolsa, venderá activos y destinará la generación de beneficios para recomponer su balance. Dispone de nueve meses para demostrar al mercado su capacidad para seguir en solitario y evitar la entrada del Estado o caer en manos de otra entidad financiera. El mercado valoró el plan presentado por los responsables del Popular y dio el visto bueno a su iniciativa, con una limitada caída en Bolsa, pese a que la dilución de la ampliación será cuantiosa.