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Cameron reabre la polémica sobre la tercera pista

Ferrovial se enfrenta a un nuevo debate sobre el futuro de Heathrow

La destitución de Justine Greening, la ministra británica de Transporte que se oponía a la ampliación del aeropuerto de Heathrow, operado por Ferrovial a través de BAA, ha reabierto la polémica sobre la capacidad aeroportuaria en Londres. Por si había dudas sobre un cambio de rumbo del Gobierno, el primer ministro Cameron ha ratificado su oposición a la construcción de la tercera pista.

Ferrovial se enfrenta a un nuevo debate sobre el futuro de Heathrow
Ferrovial se enfrenta a un nuevo debate sobre el futuro de HeathrowREUTERS

Ferrovial y su gestora de aeropuertos BAA, en la que controla el 39,4% del capital, vuelven a estar en el ojo del huracán de un debate, el de la ampliación de Heathrow, que levanta fuerte controversia en círculos económicos, políticos y entre la opinión pública británica.

En Reino Unido tienen claro que la capacidad de sus aeropuertos londinenses es insuficiente. Una circunstancia que lastra a la economía local y que llevó a Ferrovial, que opera Heathrow y Stansted en la capital, a ofrecer la construcción de una tercera pista en el citado Heathrow. Pero el plan ha contado siempre con la oposición del conservador Boris Johnson, al frente del Ayuntamiento de Londres, y fue frenado por el Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas que lidera David Cameron.

El hecho es que Reino Unido atraviesa un dura crisis y el propio Ejecutivo busca resortes para que la economía reaccione. El de la inversión en infraestructuras es uno de ellos.

En ese contexto, el asunto de cuál debe ser la fórmula y el lugar idóneo para atajar el problema de capacidad ha impulsado una nueva comisión que será presidida por Howard Davies, antiguo responsable de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA). De ese grupo independiente de trabajo emanará un informe con los pros y los contras de ampliar Heathrow o construir un nuevo aeropuerto. El calendario de trabajo va más allá de las próximas elecciones, a celebrarse en 2015, pero las primeras conclusiones se esperan en 2013.

Los opositores de la tercera pista, que multiplicaría las posibilidades de Heathrow elevando sus movimientos desde los 480.000 anuales a más de 700.000, respaldan su opinión con argumentos medioambientales y con la cercanía de la infraestructura a zonas residenciales.

Desde Heathrow, ubicado a 24 kilómetros del centro de Londres, vuelan cada año 69 millones de pasajeros a más de 90 países.

La idea de su expansión ha sido arropada en muy diversas ocasiones por lo más granado del mundo empresarial concentrado en la City. Una de las razones que apunta la London First, colectivo que reúne a 200 de las firmas más influyentes de Reino Unido, es la potencial apertura de rutas hacia países con posibilidades de crecimiento, como es el caso de China.

Ante el revuelo producido por la destitución de la ministra de Transporte, Justine Greening, una de las máximas opositoras a cualquier plan de crecimiento de Heathrow, y su relevo por Patrick McLoughlin, el propio David Cameron tuvo que reiterar el miércoles en el Parlamento que no pretende cambiar su posición contra la tercera pista. El cambio levantaba suspicacias a la vista de que Greening se debe a un distrito electoral ubicado en la zona oeste de la capital, en el que se protesta por la contaminación acústica de Heathrow, mientras su sucesor tiene su circunscripción a 150 kilómetros del lugar.

En todo caso, Cameron ha repetido que su postura es firme al menos hasta 2015, cuando finaliza la legislatura y con ella su compromiso respecto a este asunto. Lo que sí intenta el primer ministro es abrir debate, buscando el apoyo de todos los partidos, sobre el lastre de la rebasada capacidad aérea.

El azote de BAA en Londres, el alcalde Johnson, ha pedido a Cameron que no cree confusión y rechace cualquier posibilidad de crecimiento de Heathrow. La opción que defiende contra los intereses de la empresa es construir un nuevo aeropuerto en el estuario del Támesis, valorado en 60.000 millones.

Posible competidor

La noticia de que un consorcio de empresas estudia levantar un nuevo aeropuerto de cuatro pistas cerca de Heathrow sobrevuela la polémica generada con la posible ampliación del aeropuerto de BAA. Al parecer competiría por las rutas con Europa y Oriente Medio.

Una obra clave para los intereses de BAA

 

El proyecto de la tercera pista de Heathrow está presupuestado en unos 8.500 millones. El aeropuerto opera actualmente al 99% de su capacidad, con 69,4 millones de pasajeros y 476.000 movimientos el año pasado.

La valoración de Heathrow tiene que ver con las inversiones a realizar ya que es un aeropuerto regulado y las tarifas dependen del reconocimiento de las citadas inversiones.

La construcción de una nueva pista de aterrizaje tendría la doble ventaja para BAA de aumentar capacidad, con lo que eso supone en ingresos, y hacer aflorar inversiones, con lo que ello influye en el sostén de las tarifas.

Mientras se decide el futuro de la infraestructura, Ferrovial propone el uso mixto -aterrizaje y despegue- de las dos pistas existentes. La regulación medioambiental juega en contra de esta solución, que ampliaría un 15% la capacidad en vuelos operados.

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