Un gestor solvente con vientos desfavorables
El presidente de Gamesa tiene sus raíces en la automoción
Cuando Ignacio Martín asumió el cargo de presidente de Gamesa en mayo de este año, ya sabía que su tarea al frente de uno de los principales grupos del mundo en el negocio de las energías renovables no sería nada fácil. La demanda eólica mundial ha experimentado un claro descenso en los últimos años, lo que ha afectado con especial incidencia a los fabricantes de aerogeneradores mundiales, incluida Gamesa, y provocado que hayan registrado en los seis primeros meses de este año pérdidas millonarias.
Martín, forjado en la industria de automoción, a la que llegó hace más de 35 años de la mano de la multinacional británica GKN, y de la que salió hace cuatro meses tras dejar la vicepresidencia de CIE Automotive para liderar la firma eólica, se le reconoce una especial capacidad para poner orden en el plano industrial y empresarial. Conocedor de la necesidad de mantener un difícil equilibrio con Iberdrola, su accionista de cabecera con el 19,2% del capital y uno de sus principales clientes, tanto en el campo de aerogeneradores como en el mantenimiento de parques eólicos, está preparando un plan de negocio para los próximos tres años. En el nuevo esquema se primará el fortalecimiento de su balance y la reorganización industrial para "conseguir un enfoque sensible de la actividad de fabricación", según aseguró Martín a finales de junio pasado en la junta de accionistas de la sociedad.
El presidente de Gamesa, que se apoyará en Xabier Etxeberria, nuevo director general ejecutivo y procedente de la cantera de GKN donde Martín hizo carrera, quiere encontrar el viento favorable para una compañía que llegó a ser una de las estrellas del Ibex, tanto por su movimiento de acciones como por su revalorización, y una de las empresas españolas más dinámicas.