El BCE desmiente que estudie poner coto a las rentabilidades de la deuda
La información publicada por Spiegel sobre la posibilidad de que el BCE estudie la puesta en marcha de medidas que pongan freno a las rentabilidades de la deuda soberana ha sido desmentida por el organismo emisor. El Bundesbank ya adelantaba esta mañana que no tenía constancia alguna de la iniciativa prevista para septiembre basada en la compra ilimitada de bonos.
El mercado despertaba esta mañana con una buena noticia, al menos así lo reflejaba el comportamiento de la renta fija. Según la revista alemana Spiegel, el BCE estudiaba la posibilidad de poner freno a la escalada de las rentabilidades de la deuda soberana. La medida basada en una mayor transparencia en el programa de compra de bonos sería discutida en la próxima reunión del Consejo de Gobierno.
Pero la alegría ha durado poco. El primero en poner en duda esta información ha sido el Bundesbak que antes del desmentido oficial del BCE ya advertía que no tenía constancia alguna del plan y como viene siendo habitual se oponía a la posible compra de bonos. La razón que argumentaban era que la medida podría generar mayor inestabilidad en la eurozona.
La información que publica la revista señalaba que la actuación tenía como objetivo dotar de mayor transparencia a los criterios que siga el BCE en la compra de bonos. De esta forma, y de acuerdo a lo que se conocía hasta el momento la autoridad monetaria establecería un lista con las rentabilidades máximas a partir de las cuales el BCE se lanzaría a la compra de bonos y haría pública inmediatamente la compra de bonos inmediatamente después de haber intervenido en el mercado.
La noticia que recogía Spiegel venía a complementar las declaraciones de Mario Draghi en la pasada reunión mensual del emisor, Darghi señaló que podría deuda pública al unísono con los fondos de rescate de la región para hacer frente a elevados rendimientos que están "relacionadas con los temores de la reversibilidad del euro." La pasada semana, la canciller alemana, gran opositora a la reactivación del programa de compra de bonos respaldó la actuación del BCE, hecho que supone un ligero punto de inflexión en la actitud mantenida hasta el momento por la potencia germana. Pero ese cambio de postura ha durado solo un par de días y la locomotora de Europa ha vuelto a su postura incial
De Guindos reitera la necesidad de actuación del BCE
Este fin de semana el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, reiteró la necesidad de una intervención contundente del BCE sobre los mercados para aliviar la presión que sufre la deuda soberana española.
En una entrevista concedida a Efe, el ministro ha señalado que a este tipo de intervenciones "no se les puede poner límite o no se puede explicitar al menos la cuantía con la que se va a intervenir ni durante cuánto tiempo" para no restar efectividad a una ayuda que tiene como objetivo disipar las dudas sobre la zona del euro.
De Guindos da por hecho es que el BCE actuará en el mercado secundario comprando bonos a corto plazo y sin ejercer su papel de acreedor preferente. Las intervenciones del BCE "no deben explicitar ni cuantía ni horizonte temporal y tal como ha señalado el propio BCE, deben tener en cuenta la problemática generada por el carácter de acreedor preferente".
En su opinión, la actitud del BCE ha abierto "un escenario muy positivo" para el Gobierno español, ya que la entidad ha reconocido que la presión de los mercados sobre la deuda española responde en buena medida a algo que va "más allá de la política doméstica" y ha considerado oportuno intervenir para corregirlo.