Los dividendos pierden resistencia
Los expertos esperan que la retribución de las empresas del Ibex con cargo a los resultados de 2012 caiga un 29% respecto a 2011
Los dividendos pierden brillo. La crisis complica los esfuerzos de las empresas cotizadas españolas por mantener la retribución a sus accionistas. La supresión del dividendo por parte de Telefónica para 2012, empresa conocida por el especial mimo con que cuida a sus inversores, es un mal precedente en un ejercicio marcado por un contexto económico incierto. Los expertos prevén que las empresas incrementen la retribución en acciones como fórmula para seguir manteniendo los dividendos pero advierten que los recortes son una posibilidad creciente ante la caída de beneficios. Los sectores pendientes de cambios regulatorios (banca o energía) y aquellos altamente endeudados (construcción) son quienes más riesgo entrañan.
Las previsiones de consenso recopiladas por Factset apuntan a que las empresas del Ibex repartirán 19.450 millones de euros con cargo a los resultados de 2012, un 29% menos respecto al reparto a cuenta de los beneficios del pasado ejercicio. Un recorte que se debe en gran medida a la supresión del dividendo por parte de Telefónica. La operadora ha pagado este año un dividendo en mayo a cuenta de 2011 pero cancela el correspondiente a 2012 que pensaba desembolsar en noviembre de este año y mayo del próximo ejercicio.
Los amantes del dividendo deben, por tanto, extremar la vigilancia. La fuerte caída que ha sufrido la Bolsa española en lo que va de ejercicio ha provocado que la rentabilidad por dividendo de muchas empresas resulte extremadamente atractiva, incluso alcanza los dos dígitos en títulos como ACS, FCC o Ferrovial, pero garantizar esa cifra solo es posible si las cotizadas mantienen las remuneraciones previstas, algo que los expertos ven cada vez más difícil en un entorno recesivo como el actual.
"Tras el precedente sentado por Telefónica lo lógico es que otras empresas vayan detrás. Eléctricas, constructoras y bancos son los más proclives a reducir los dividendos", avisa Ignacio Dolz, director de inversiones de Nmás1 Syz.
Al final, la evolución de los resultados empresariales será la clave que determine cuánto pueden repartir las empresas y si se ven o no forzadas a alterar sus políticas actuales, algo a lo que se resisten en términos generales. "Los dividendos se van a mover en línea con lo que hagan los beneficios. El pago se va a hacer sobre unos beneficios que probablemente caigan. Estamos en el peor momento de ciclo y resultados", avisa Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros.
Lo cierto es que las previsiones de consenso no son muy esperanzadoras. Los expertos esperan una caída de beneficios del 14,5% para las empresas del Ibex en 2012, según datos de Factset. El beneficio de las empresas del Ibex ha caído un 31,5% desde junio de 2011 y un 55% desde el máximo de octubre de 2007, según datos de BME a junio de 2012. Un recorte que da idea del difícil contexto actual y que ha llevado a muchas empresas españolas a adoptar los dividendos en acciones como fórmula para mantener la fidelidad de sus accionistas y al mismo tiempo limitar la salida de caja.
En el primer semestre, las empresas del Ibex han repartido 15.875 millones de euros, récord histórico y un 8,5% más que en el mismo periodo del año anterior, según BME. Pero la remuneración en acciones ha aumentado significativamente y las empresas han pagado 4.134 millones de euros en títulos en este periodo, el doble que los anotados entre enero y junio de 2011.
La banca fue el primer sector en recurrir al pago en títulos como fórmula para fidelizar al accionista, a la que solo falta por sumarse Sabadell. Santander, BBVA, Popular, CaixaBank y Bankinter son entidades que han optado por el script dividend: dar a los accionistas la opción de recibir efectivo o acciones en el último año. Una fórmula que limita la salida de caja si la aceptación es alta y que al mismo tiempo refuerza a las entidades puesto que el pago en acciones procede de ampliaciones de capital. Pero al final la gran duda está en ver si el sector es capaz de mantener la política de retribución actual en un entorno complejo para la generación de beneficios y con una regulación cada vez más exigente. Los resultados de las auditorías encargadas por el Gobierno para determinar las necesidades de capital del sector serán determinantes a la hora de ver si ciertos bancos pueden o no mantener el dividendo. "En la banca ya hemos visto cambios en los dividendos y podemos ver más. Es posible que algunas entidades dejen de dar la opción de pagar en efectivo y lo hagan solo en acciones. En Popular el dividendo dependerá mucho de si logra la desinversión de activos prevista y presenta o no déficit de capital cundo se conozcan los resultados de las auditorías. En BBVA y Santander no debería haber problemas. Tienen un negocio recurrente e internacional que soporta la política de dividendos", comenta Nuria Álvarez, de Renta 4.
Los expertos coinciden en que tanto BBVA como Santander, entidades que han prometido que mantendrán el dividendo, son los menos proclives a tener problemas para cumplir su palabra. Las mayores dudas las centran las entidades medianas domésticas. Se descartan dividendos en todas aquellas que terminen necesitando ayudas públicas pero muchos expertos temen que la caída de resultados acabe impactando en los importes a repartir en todo el sector. "Si la aceptación de los pagos en acciones baja, pueden llegar a rebajar el dividendo", avisa Fernando Hernández, de Inversis.
El pago en acciones empezó teniendo elevados grados de aceptación pero es una fórmula que se ha ido agotando. Fitch ya avisó en mayo que el intento de las empresas de retribuir en acciones podría tener los días contados. La banca empezó con aceptaciones de más del 90% que han ido cayendo. En el último script dividend del Santander, el pago en acciones cayó al 72,5%. El sector financiero, además, no ha sido el único que ha utilizado esta modalidad a la que se han sumado Gas Natural, Gamesa, Iberdrola, Telefónica, Repsol y ACS. Los casos más extremos han sido los de CaixaBank o Gas Natural donde el 83% y el 81,8% del capital optó por el efectivo.
La banca acapara las mayores dudas sobre la sostenibilidad de los dividendos pero no es el único sector bajo sospecha. Constructoras como ACS, Acciona o FCC, algunas de las cotizadas con las mayores rentabilidad por dividendo, también generan dudas por los niveles de endeudamiento que tienen. "Ninguna está en situación límite pero financieramente les puede compensar recortar el dividendo", añade Hernández. "Las constructoras, aunque están en proceso de desapalancamiento, podrían reducir el importe bruto por un tema de pay out (el porcentaje de beneficios que se reparte)", añade Álvarez.
El sector energético es otro que genera dudas por los cambios regulatorios a los que se enfrenta. "Es un sector que paga dividendos muy atractivos y aún se desconoce el impacto que va a tener la nueva regulación", recuerda Susana Felpeto, de ATL Capital. "Donde más riesgo parece que puede haber es en renovables y en transmisión eléctrica y menos en transmisión de gas", añade Hernández, aunque de momento el consenso apuesta por aumentos de dividendo en Gas Natural, Enagás y Red Eléctrica. Iberdrola genera más dudas y en Repsol se prevé un recorte. "Tras la nacionalización de YPF es posible, aunque tiene un pay out bajo que podría mantener", añade Hernández.
Los pagos más seguros son los de aquellas empresas con resultados recurrentes, diversificación internacional y que no están expuestos a cambios regulatorios del Gobierno. Un grupo en el que entrarían compañías como Inditex, Amadeus o Día, según los expertos. Otros en los que no se esperan sorpresas negativas serían OHL, Mapfre o Abertis, mientras que BME genera dudas pese a que ha sido tradicionalmente un gran generador de caja.