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Columna
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Heineken sigue en la pelea por APB

Heineken se ha metido en un alucinante juego de bebida en Singapur. Un magnate tailandés de la cerveza ha desafiado la oferta de la cervecera holandesa de 4.300 millones de dólares por Asia Pacific Breweries (APB), fabricante de la cerveza Tiger, ofreciendo un 10% más por una parte minoritaria. Parece una treta para forzar a Heineken a que pague más por toda la compañía. Esta puede mantenerse firme.

El barón de la cerveza Charoen Sirivadhanabhakdi ya posee el 17% de APB, después de comprar acciones de la compañía y de su segundo máximo accionista, Fraser & Neave (F&N). Heineken, principal accionista de APB, respondió ofreciendo comprar el 58% que no tiene de APB por 50 dólares de Singapur por acción. Eso daría a Charoen un retorno del 11% en menos de un mes. Pero está subiendo la apuesta. Ofreciendo 55 dólares de Singapur por acción por el 7,3% que posee F&N, ha hecho subir el precio de la acción de APB y sus ganancias potenciales un 15%. Si Heineken llegara a igualar su oferta, Charoen se iría con una ganancia del 20%. A primera vista, parece un movimiento inteligente.

Heineken tiene otras opciones. Puede seguir adelante, dejar que los tailandeses paguen por la parte minoritaria y ofrecer 50 dólares de Singapur por la restante. Después de todo, los tailandeses sufrirían por hacer una oferta tan alta por el total de la empresa. Una alternativa es que se marche. Heineken ya controla APB mediante su sociedad con F&N. Más allá de consolidar las ganancias de la compañía, es difícil ver qué ventaja tiene ser propietario de la totalidad.

Después de haber llegado hasta aquí, los holandeses pueden preferir seguir adelante. Pueden persuadir a F&N para que rechace la oferta más alta a fin de asegurar una oferta por toda la compañía. Pero Charoen es vulnerable. Si Heineken camina, el precio de la acción de APB podría caer a los niveles previos a los acuerdos.

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