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Jens Weidmann

El sherpa de Merkel

Ha dedicado los últimos años (tiene 44) a la causa del euro. El presidente del Bundesbank, uno de los 'hombres sabios' de Merkel, ha hecho valer esta semana su peso en el BCE

El sherpa de Merkel
El sherpa de MerkelCinco Días

No ha habido decisión económica y financiera de calado en los últimos años que no haya llevado su sello, como miembro del círculo de confianza de Angela Merkel. "El hombre que susurra al oído de la canciller", ha escrito la prensa alemana. Por su parte, los medios internacionales coinciden en ver en Jens Weidmann el sherpa de Merkel en las cumbres del G-8 y del G-20. No solo guiaba a su líder en la toma de decisiones, también se codeaba con los principales actores de los Gobiernos, los bancos centrales y los mercados financieros, a la postre de gran ayuda en su etapa al frente del Bundesbank.

Jens Weidmann lleva año y medio al frente del banco central alemán, una de las instituciones más veneradas de Alemania. Fue el candidato de Merkel tras el conflicto abierto por la marcha del halcón Axel Weber y su renuncia a presidir el Banco Central Europeo. El nuevo presidente del Buba recibió su ración de críticas: la oposición socialdemócrata, por las sombras que la cercanía con Merkel arrojaba sobre la independencia del banco central; las de algunas voces del sector financiero, que le consideraban menos duro y más pragmático que su predecesor, del que por cierto fue asistente en la Universidad de Bonn.

Puede que unos y otros hayan cambiado de opinión. Weidmann, economista de 44 años, tiene uno de los 23 votos del Consejo de Gobierno del BCE, pero el suyo vale su peso en oro. "Somos el banco central más grande e importante del Eurosistema. Eso significa que tenemos un papel diferente", recordaba en una entrevista esta semana a Mario Draghi. Un jarro de agua fría a las expectativas españolas e italianas de que el BCE pudiera actuar en el mercado de deuda, tal y como había insinuado la semana pasada el italiano.

Una intervención del BCE, inundando los mercados con liquidez y crédito barato, no encaja en la visión de este guardián de la ortodoxia fiscal ni en la del Buba, que aporta el 18,94% al presupuesto del BCE. Un poder del que es consciente Mario Draghi.

Weidmann lo dejaba claro antes de la reunión clave del BCE: "Lo que es políticamente deseable y lo que es económicamente prudente a menudo no van de la mano. Las autoridades sobrestiman las posibilidades del banco central asumiendo que puede ser utilizado no solo para la estabilidad de precios, sino también para promover el crecimiento, reducir el desempleo y estabilizar el sistema bancario". Con ello, reafirmaba la clásica visión del banquero central alemán. Y eso que en 1975 el Bundesbank hizo lo contrario a lo que ahora propugna, comprar miles de millones de marcos en bonos soberanos alemanes para reducir los intereses que el país pagaba por su deuda, tal y como se han encargado de recordar esta semana los críticos.

Alemania tiene un nuevo halcón. Y sus puntos de vista no coinciden con los de otros países, Francia, por ejemplo, cuyo sistema financiero conoce íntimamente Weidmann. El presidente del Buba estudió Económicas en la Paul Cézanne University Aix-Marseille III, una de las más antiguas y respetadas instituciones académicas de Francia. Sus estudios incluyeron una estancia en el Banco Central de Francia. Se doctoró bajo la supervisión del profesor Manfred Neumann, considerado uno de los grandes expertos en política monetaria.

Después de licenciarse, amplió sus conocimientos en el Fondo Monetario Internacional en Washington y regresó como secretario general del Consejo General de Expertos alemanes, antes de incorporarse al Bundesbank, por primera vez en 2003, como responsable de la división de Análisis y Política Monetaria del Bundesbank. Su trabajo no pasó desapercibido y en 2006 recibió una llamada de Berlín para incorporarse al Departamento de Política fiscal y Económica en la Oficina de la canciller, conocido como los cinco hombres sabios. Trabajó febrilmente tras las bambalinas para negociar los planes de rescate para los bancos alemanes envueltos en la crisis financiera mundial y para el fabricante de automóviles Opel.

Casado y con dos hijos, en los últimos tiempos Weidmann se ha dedicado a la causa de la moneda única europea. Su antiguo profesor Manfred Neumann le ve menos tanque alemán que un servidor público al estilo de las ecoles francesas. Un halcón del euro.

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